Multifandom en Hogwarts [Personaje/Lector]

AÑO 1/2: 2

A primera hora de la mañana siguiente, con los estómagos llenos, vestidos para la ocasión y mapa con lista en mano, Tom les permite el paso al Callejón Diagón. Una vez recuperados de la impresión por la pared de ladrillos que se abre ante ellos, los nuevos magos se internan en un callejón abarrotado de gente que va y viene.

- Bueno... - (T/N) mira la lista que tiene en las manos.- ¿Dónde vamos?

- Necesitamos dinero - recuerda Annabeth.

- Entonces, Gringott debe ser nuestra primera parada - acepta Newt con un leve asentimiento.

​Una hora más tarde...

​- ¡No pienso volver ahí! ¡NUNCA!

​Annabeth sale indignada del banco, los otros dos ríen sin poder evitarlo, incluso el reservado y normalmente callado Newt. La muchacha de cabello ondulado los mira, molesta y enfadada, planeando la manera de matarlos en cuanto tuviera en sus manos una varita. (T/N), por su parte, sigue sin entender lo que había encontrado dentro de su cámara. Cada vez aparecen más preguntas sin respuestas. Mira el cielo perdida en sus pensamientos y decide que no puede hacer nada, así que se concentra en el enfado de Annabeth.

​- Oh, venga, no ha sido para tanto.

​- Al menos ha sido discreto - añade Newt.

​- Os mataré a todos, empezando por ese gnomo pervertido.

​- Son duendes, Annabeth.

​- ¿Qué más da? ¡Todos pervertidos!

​Después de que Annabeth amenazara con lanzar una maldición si no dejaban de reírse, se disponen a terminar con la lista de lugares que Hagrid tan amablemente les señaló en el mapa. Pasan por la tienda de calderos, por Flourish & Blotts e incluso curiosean la tienda de artículos para Quidditch. Sin embargo, se detienen especialmente en las túnicas que tienen que hacerles a medida y en la tienda de animales, dejando para el final las varitas de Ollivander's.

​- No puedo creer que te hayas comprado eso - masculla Annabeth, indignada, mientras protege su nueva y blanca lechuza del aparentemente amenazador hurón que lleva su amiga.

​- Oh, venga, pero si es un encanto.

​- (T/N), solo a ti se te ocurre.

- Yo creo que es bonito - concede Newt, Annabeth lo pilla mirando con ternura a (T/N).

La semidiosa pone los ojos en blanco.

- Como te descuides lo devuelvo.

(T/N) infla los mofletes y, justo cuando va a terminar de bajar las escaleras, choca con alguien que sostiene su muñeca, salvándola de una caída segura por las escaleras.

​- Gracias... - al alzar la vista se encuentra con la profundidad de unos ojos grises mucho más tormentosos que los de Annabeth que consiguen congelarla en el sitio.

El desconocido primero la mira con algo que no sabe descifrar y luego la suelta bruscamente como si le hubiera dado un calambrazo.

​- Ve con más cuidado - le espeta, pasando a su lado y entrando a la tienda sin siquiera mirarla.

​Newt y Annabeth observan la escena: el primero pensativo, la segunda extrañada. (T/N) se vuelve para mirarlo desaparecer por la puerta, sorprendida.

​- ¿Estás bien?

​- Un poco antipático el chico, ¿no? - masculla Annabeth.

​- Sí, sí, no os preocupéis - sonríe.- Con tanta gente era inevitable que esto pasara - comenta, llegando de nuevo a la calle principal.