Epílogo

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"Una familia feliz no es sino un paraíso anticipado"

Sir John Bowring

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- ¿Disfruta de su boda Señora Olsen? - la voz de papá me sacó del trance. Estaba tan distraída viendo los fuegos artificiales que cada año para esta fecha iluminaban el cielo de San Diego que no me había percatado que teníamos ya mucho rato bailando. Lo miré por unos segundos y vi en su mirada muchas cosas, en aquellos ojos azules tan iguales a los míos había una mezcla de orgullo, melancolía, felicidad y añoranza. Yo toqué su mejilla y asintiendo sonreí.

- Es mejor de lo que espere papá - apoyé mi rostro en su hombro y seguimos bailando.

- Mi pequeña princesa es toda una mujer - susurró mientras acariciaba mi cabello - No puedo creer que te hayas casado Prim, me vas a hacer falta - Yo levanté mi mirada y noté que sus ojos brillaban conteniendo a un par de traicioneras lágrimas que pugnaban por escapar.

- Papi...- lo consolé - Tu también me vas a hacer falta. Ryan no sabe tocar el piano, y en ajedrez apesta - dije conteniendo una sonrisa y volteando a un costado para ver a un elegante joven vestido de negro que bailaba con su madre. Ryan Olsen, mi esposo...

- Pero a pesar de que apesta, Ryan te adora - respondió al tiempo que me alejaba un poco de él y estirando el brazo me daba una vuelta de manera elegante.

- Lo sé papi... - hablé nuevamente acercándome a él - Y yo lo amó mucho también. Pero creo que jamás podría compararse con lo mucho que mamá y tu se aman - sin querer ambos miramos al otro extremo donde mamá bailaba animada con un par de bichos... Ethan y Evan, mis hermanos. Papá sonrió al ver la escena y negó divertido.

- Ellos también te van a extrañar - dijo refiriéndose a mis hermanos. Miré a papá y asentí despacio. La comunicación con él siempre había sido un tanto especial, desde muy pequeñita noté que podíamos comunicarnos con miradas, gestos, o alguna clase de señal imperceptible que nos diera la pista en lo que el otro estaba pensando. Como en esta ocasión que sin mencionarlo él sabía que yo estaba pensando en mis hermanos.

- Los bichos también me harán falta - comenté divertida.

- Siempre me causo gracia el sobrenombre que les pusiste "bichos" - dijo papá dibujando unas comillas en el aire y sonriendo.

- ¡Es que eran tan pequeños y molestos papi! - Reí con fuerza y él me acompañó. Cuando nuestras risas bajaron de tono, papá nuevamente me dio una vuelta y me apegó a su cuerpo abrazándome con fuerza. Una sensación de melancolía me embargó. Quizás él no lo había notado hasta ese momento pero la pequeña princesa de papá había crecido y hoy se iba de su lado. No habría más tardes de ajedrez, paseos en bicicleta en North Hastled o sábados de galletas y chocolate caliente... Hoy el pequeño pajarito dejaba el nido para volar junto a su compañero en busca de su propio nido.

- ¿Eres feliz Prim? - me preguntó en un susurro. Yo asentí con lágrimas en los ojos al ver a mi súper héroe derramar unas cuantas lágrimas mojando así mi vestido de novia.

- Mucho papi... mucho - me puse en puntilla y le dejé un beso en su mejilla.

- Te amo mi pequeña princesa... siempre serás...

- La consentida de papa - terminé por él su frase favorita. Aquella que me repetía todas las noches antes de apagar la luz de la habitación y dejarme mi beso de buenas noches. Lo abracé con fuerza y seguimos bailando una suave balada.

Una nueva carga de fuegos pirotécnicos iluminó la noche del 4 de Julio en La Jolla, lugar elegido por Ryan y yo para casarnos. No debimos pensarlo mucho, este era un lugar muy especial para mis padres y quería mantener intacta la tradición. Fue aquí donde el abuelo Plutarch se casó con la abuela Alma y donde mamá y papá unieron sus vidas hace exactamente 28 años...

Twisted Plans (EVERLARK) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora