Twisted Plans (EVERLARK) (Completa)

Capitulo 5: Un encuentro inesperado.

Canción del capítulo: Too lost in you - Sugababes

KPOV

En el solitario pasillo, el eco de mis pisadas era lo único que se escuchaba, aceleraba el paso como si estuviera huyendo del más peligroso asesino en serie. Al llegar a la puerta de mi oficina estaba prácticamente corriendo, me apresuré a entrar y cerré la puerta de un golpe para luego descansar mi espalda en ella. Me había llevado las manos al pecho mientras trataba de estabilizar mi respiración que se había convertido en un continuo jadeo desde que había dejado la sala de reuniones.

- Que rayos fue eso? Dije casi en un susurro cuando sentí que mi respiración estaba volviendo a la normalidad aunque mi pecho aun lo sentía arder. Era como si en el lugar donde Peeta había puesto sus manos después del desastre del café, hubiera dejado pequeñas hogueras. Creo que era ésto a lo que se le llamaba combustión espontanea...Si mis pechos eran pequeñas chimeneas ardientes, no quería ni ver el estado de mi rostro.

- Oh por Dios! - El reflejo de mi rostro en el espejo del baño de mi oficina ofrecía una versión completamente distorsionada de mí. Vi a una mujer, con unos ojos grises completamente abiertos del asombro con un brillo que jamás había visto. Unos labios carnosos formando una perfecta "o" y unas mejillas sonrojadas al extremo. Resultado? Una palabra: Katniss Everdeen, había conocido el significado de la palabra deseo.

Tome un par de respiros más y trate de acomodar inútilmente los escasos rizos que se habían escapado de la coleta recuperando así mi postura de ejecutiva seria y elegante aun cuando su nuevo traje Dior estaba echado a perder. Jamás dejaría de ser patosa, no importaba cuanto me esforzara, Kat Everdeen, siempre tendría dos pies izquierdos, había aprendido a vivir con ello. Pero si estaba tan acostumbrada a esta clase de accidentes, porque había reaccionado diferente esta vez? Ah claro, era porque esta vez había hecho el ridículo delante de ÉL.

Ese ÉL tenía un nombre: Peeta Mellark. Podría jurar que mi corazón dejo de latir por un par de segundo cuando escuché su voz en la sala. Traté de proyectar la mayor cantidad de seguridad posible para que Peeta,  no notara lo nerviosa que me había puesto, me sentía como una pequeña ovejita perdida ya que aquella hermosa creación del universo que vi esta mañana y que me había dejado en completo estado de caos resultó ser mi abogado, ¿porque… porque….porque? Me repetía como un mantra. ¿Alguien puede tener peor suerte que yo? Lo dudo!

Al momento de hacer la presentación formal y estrechar su mano sentí una sensación sobrenatural pero a la vez hermosa. Todo mi cuerpo se estremeció por miles de pequeñas descargas de energía que el contacto con la piel de Peeta, me trajo, retiré mi mano asustada y tomamos asiento. Al parecer, Peeta, estaba al igual de impactado que yo, su lívido rostro y mirada perdida así lo denotaba. No me encontraba en capacidad de empezar con la conversación pero aun así lo hice. Peeta, estaba sorprendido por mi juventud así como yo lo estaba de su belleza.

Como si la cosa no pudiera ir peor, tuve que romper en llanto frente a él. La fecha me tenía ultra sensible, pero llorar frente a un hermoso desconocido ya era el colmo, una verdadera vergüenza. Menos mal que Octavia, interrumpió el momento al entrar con mi café, pensé que un poco de cafeína estabilizaría mi sistema nervioso, gran error!

Al cabo de unos minutos, Peeta, me soltó de un solo golpe el absurdo valor de la demanda. 5.5 millones de dólares. Era imposible que se pidiera tanto dinero por una ridícula mentira, tan torpe como siempre deje caer mi taza con lo que quedaba de contenido sobre la mesa. El recipiente se había hecho pedazos pero el líquido ocasiono un desastre de proporciones colosales, me mojó a mí y estropeo el impecable traje de Peeta. Me disculpe inútilmente y salí en búsqueda de unas servilletas.