Twisted Plans (EVERLARK) (Completa)

Capitulo 7: Hombres: Mi pasado, presente. ¿futuro?

Canción del capítulo: I run to you – Lady Antebellum.

KPOV

Tic...

Toc…

2 a.m.

Tic...

Toc...

3 a.m.

Tic...

Toc...

4 a.m.

Suspiré derrotada la última vez que vi la hora en el reloj de la mesita de noche. Era casi las 5 a.m. Y yo no había logrado dormir en toda la maldita noche. Golpeé la almohada varias veces en señal de frustración. Qué me estaba pasando?

Cerré nuevamente los ojos para intentar conciliar el sueño pero las sensaciones que mi cuerpo había registrado el día de ayer eran sin duda más poderosas que yo. Un ligero accidente con un hermoso Dios del Olimpo en la puerta de la oficina podía vaticinar que el día seria movidito, y por primera vez en mi vida mi oráculo tendría razón. Aquel hermoso hombre resulto ser mi nuevo abogado, y a quien por mi torpeza manche su traje con café. En mi retina había quedado registrada lo hermoso de su sonrisa, su rubio cabello algo despeinado por sus propios dedos quizás. En mis oídos retumbaba esa voz aterciopelada que horas después volví a escuchar en la fiesta a la que Marvel, me llevo. Al principio creí que mi subconsciente me estaba haciendo una mala broma, pero al voltear y verlo parado allí tan perfecto como la versión humana del Michelangelo, supe que no estaba desvariando.

Me explicó que Annie, era su hermana y me invito a pasar a otro lado de la casa para descansar. Dudé al principio pero había algo en Peeta, que hacía que se bloqueara mi fuerza de voluntad, el podía llevarme hasta al infierno si quería y yo iría feliz cantando y dando brinquitos de emoción. Lo seguí hasta llegar a una pequeña fuente donde descanse unos segundos. Sentía su penetrante mirada en mí, abrí los ojos y lo vi. Sus piscinas azules me invitaban a sumergirme en ellas, brillaban a la luz de la luna lo que los hacía ver más hermosos aun, un pequeño atisbo en su mirada me dejó entrever que el también estaba disfrutando de esta situación tanto como yo. Me pidió que bailara con él, a lo cual me negué por obvias razones derivadas a mi ausencia de equilibrio, pero allí estaba nuevamente mi inútil conciencia dejando doblegarse por el, como un esclavo a su amo! La canción hermosa sin duda, era perfecta para el momento: estaba deslumbrada por la manera como se veía esta noche.

Con el pasar de los segundos comencé a apretar involuntariamente mi cuerpo contra el suyo. El contacto de su piel se sentía como fuego que me estaba dejando marcada para siempre. Apoyando mi cabeza en su hombro sentí como el recorría con la punta de su nariz, caminos inexplorados por ningún otro hombre. Un fuerte escalofrío recorrió toda mi espalda y que al instante debilitó mis piernas. Si Peeta, no me hubiese sosteniendo como lo estaba haciendo, probablemente me hubiera caído de bruces. Comenzó a susurrar partes de la canción mientras lentamente nos movíamos, cantaba muy despacio como si fuera para él, algo así como una confesión. El triste momento llegó un instante después cuando la canción terminó y tuvimos que separarnos, confieso que tuve una sensación muy extraña: por un lado quería salir corriendo de allí pero por otro lado no quería moverme, me sentía tan bien así, como si mi cuerpo perteneciera a ese lugar en el que estaba.

Marvel y Annie, llegaron en mi rescate y aproveché esa pequeña ventaja para escapar al baño, tenía miedo que Peeta, notara el efecto que había causado en mí. Annie, me llevo hasta el baño de su habitación y se excusó unos minutos para darme algo de privacidad. Tomé una gran bocanada de aire y lo solté enseguida repitiendo este mismo proceso por 3 veces seguidas, no me había dado cuenta hasta ese momento que estaba hiperventilando. Me tomó un par de minutos calmarme, cuando lo hice me sentí mucho mejor, pero no estaba lista para salir aun. Me acerqué al espejo para revisar mi aspecto y volví a ver a la misma Kat, de esta mañana: la mirada de la pequeña lujuriosa con sus mejillas teñidas de un vergonzoso tono cereza. Tomé uno de las toallitas que Annie, tenía en su repisa y la pasé por mi rostro casi con violencia para tratar de disolver con esto a esa mujer que yo no sabía que existía en mi interior.