Capítulo 30: Regalos inesperados...

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Canción del capítulo: Without you here – Goo Goo Dolls

Podrá nublarse el sol eternamente;

Podrá secarse en un instante el mar;

Podrá romperse el eje de la tierra

Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor

Gustavo Adolfo Bécquer

.–.–.–.–.–.–.–.

PPOV

– ¡Claire! ¡Claire por favor, por el césped no! – fue el grito que escuché desde el jardín. Me asomé por la ventana de la sala para ver que sucedía y encontré a la pequeña Claire de 3 años correteando en el porche de la casa. Su padre, Tresh Stevens estaba dando los últimos toques al jardín que por más de 3 semanas había empezado a trabajar. Con esmero y mucha paciencia todas las tardes cuidaba de su trabajo. Empezó sacando toda la maleza que había crecido las últimas semanas para luego plantar las semillas de las flores que expresamente yo había pedido. Rápidamente y gracias a una buena técnica el jardín empezó a tomar forma, dejando ver hace dos días los primeros botones de las fresias que había cultivado.

Esa noche cuando abandoné la casa después de colocar los últimos muebles en la habitación de Primrose, me quedé admirado del trabajo de Tresh. Las flores de Kat habían empezado a brotar y podría asegurar con facilidad que se verían hermosas cuando se abrieran del todo.

– Lástima que no esté aquí para verlo – susurré mientras regresaba a la planta alta. Decidí dar un último paseo por la que en pocos días sería la casa de Kat y Primrose. Con mamá habíamos puesto todas nuestras fuerzas para terminarla a tiempo y vaya que lo logramos.

Empecé por la primera habitación de la planta alta: El cuarto de juegos de la bebé. El pequeño espacio contiguo a la habitación de Prim era un sueño. Alfombras de colores, juegos didácticos para todas las etapas del crecimiento de mi hija, mesitas de dibujo, una pequeña casita de muñecas. Suspire mientras daba echaba un vistazo en la repisa de cuentos para dormir.

– Has hecho un gran trabajo mamá – dije mientras cerraba la puerta de la habitación. Noté que el olor a pintura se había desvanecido y había sido reemplazado por un exquisito aroma de durazno y manzanilla que mi madre había instalado en partes específicas de la casa. La habitación de la bebé era el único lugar que olía diferente: olía a vainilla...

Mamá dijo que había escogido este aroma para esa habitación al ser el aroma de la ternura y tranquilidad pero muy en el fondo sé que no lo hizo por eso. La vainilla es mi sabor favorito...

Cerca de dos semanas me tomó terminar la habitación de Primrose. Desde la puerta a las ventanas, pasando por el piso y el techo, cada centímetro de esa habitación tenía puesto todo mi esfuerzo. Su ropa que ahora reposaba en los cajones del pequeño vestidor había sido escogida, comprada, e incluso doblada y acomodada por mí.

Reuní todas las fuerzas que tenía y tomando una bocanada de aire, entré. En cuanto lo hice una sensación de calor me abrazó, cerré los ojos y recordé mi sueño. Abrí de inmediato los ojos y vi que la habitación de mi bebé era exactamente igual a la que había imaginado, incluso y sin darme cuenta había comprado para ella la misma lamparita de mariposas que irradiaba una tenue luz en mi sueño.

Twisted Plans (EVERLARK) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora