Twisted Plans (EVERLARK) (Completa)

Capítulo 28: Tarde...

Canción del capítulo: Memories - Within Temptations

Canción que Peeta canta: Elizabeth - Trading Yesterday

Perdonamos cuanto amamos.
François De La Rochefoucauld

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KPOV

Tres años habían pasado desde que Coleen vio por última vez a Ethan. Aquella última imagen de Ethan que había quedado grabada en su retina distaba mucho del hombre del cual se había enamorado perdidamente y cuya estampa se repetía exactamente igual que ese atardecer en el muelle St. Patrick. Sus ojos verdes que en antaño brillaban con luz propia ahora eran opacos y sin vida, sus labios que siempre esbozaban una sonrisa traviesa ahora habían olvidado como sonreír. Y su corazón, aquella parte que ella tanto amaba ahora había olvidado como latir.

- Es tarde Coleen - susurró Ethan mientras acariciaba con ternura sus cabellos que se movían con el vaivén de la brisa marina. Aquella tarde en la que se vieron por última vez, en ese mismo muelle, Ethan de rodillas pedía perdón a su pequeña Coleen. Ella no quiso escuchar sus razones y sin más lo dejó partir en barco a América.

- No lo es Ethan, no lo es. Lo siento... lo siento tanto amor, lo siento - contestó entre sollozos - Para el perdón jamás es demasiado tarde.

- ¿Y las cosas que nos dijimos? ¿El daño que nos hicimos Coleen? - respondió en un hilo de voz. Sus miradas se fijaron en el otro y así se perdieron por incontables minutos.

- ¿Me amas Ethan? - dijo Coleen esbozando una ligera sonrisa mientras acariciaba una de las mejillas de su amado.

- Con mi vida - sentenció convencido mientras acomodaba un mechón de cabello de Coleen detrás de su oreja.

- Entonces nada está perdido mi amor - finalizó antes de estampar sus labios contra los de Ethan.

No me había dado cuenta que una lágrima había rodado por mi mejilla. Durante toda la tarde y buena parte de la noche había estado leyendo un nuevo escrito que Octavia me había traído y que según su criterio merecía una oportunidad. Era de una escritora amateur y el escrito era una novela corta llamada "Heridas y perdón". Octavia no se había equivocado, la trama era muy envolvente ya que te llevaba a través de una apasionante historia de amor entre dos jóvenes de distintas clases sociales del Londres de 1935: Ethan Russo de 26 años y de Coleen Donovan de 22.

- Coleen, lo siento tanto. No debí dejarte sola...No debí dejarlos solos, tuve que luchar... yo solo... - Ella lo silenció poniendo un dedo sobre sus labios y negando despacito con la cabeza.

- ¿Importa ya? Has vuelto Ethan, y no pienso dejarte ir nuevamente si no nos llevas contigo.

- No puedo vivir sin ti un día más Coleen. Te amo - fue su turno de estampar sus labios contra los de la mujer que había amado con locura cada hora de cada día durante aquellos 3 años.

- ¿Me perdonas Ethan? - preguntó sollozante Coleen en cuanto rompió el beso.

- ¿Me perdonas Coleen? - dijo mientras llenaba de besos el rostro de aquella castaña que sonreía con los ojos cerrados al tiempo que asentía con vehemencia.

No les tomó mucho tiempo fundirse en un abrazo que aunque no decía nada, lo decía todo. Después de tres años Coleen y Ethan se habían perdonado y estaban listos para darse aquella segunda oportunidad que la vida les regalaba.