Outtake 2

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Peeta y el primer novio de Prim

Chicago, 14 de febrero, cumpleaños número 16 de Primrose Elizabeth Mellark.

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PPOV

Se suponía que hoy debía ser un día especial. Un día que, como todos los años, pasaríamos en familia celebrando a mi pequeñita de los ojos azules, comiendo pastel de cumpleaños y jugando guitar hero con sus hermanos antes de caer en coma alimenticio por exceso en la ingesta de helados y galletas oreos. Pero este, al parecer, no era un año como todos. Este año, mi fecha favorita del año...

Se convertiría en mi tortura completa.

Eran las cinco de la tarde de aquel día y yo, sentando en mi despacho, trataba de revisar unos contratos que mi suegro me había pedido que chequeara. Algo que en otras circunstancias hubiese sido fácil, algo que fuese pan comido para mí, si una maldita palabra no estuviese haciéndome la vida imposible y amenazándome con no dejarme en paz. Es que de hecho, no era ni una palabra, era la suma de letras que formaban un nombre, un muy aterrador nombre:

Roger

¿Roger?

¡Roger...!

- Roger... ¿Quién carajos le pone a su hijo Roger? - mascullé molesto mientras pasaba nerviosamente mis manos por mi cabello e intentaba por décima vez revisar un párrafo. Cuando pensé que al fin estaba logrando alejar el condenado nombre de mi cabeza y el bendito párrafo tomaría sentido, un sonido familiar me interrumpió.

Saqué mi teléfono celular de mi bolsillo y vi, como una hermosa mujer de cabellos rizados, ojos cautivantes y gran sonrisa aparecía en una imagen. Junto a la foto, su nombre titilaba con cada repique del teléfono. Sonreí al darme cuenta que a pesar de tener ya tanto tiempo juntos, la mujer de la fotografía seguía causando en mí el mismo estrago, volverme loco con apenas una sonrisa. Negué con la cabeza al notar que un suspiró escapó de mi pecho y contesté la llamada.

- Mellark & Everdeen, buenas tardes. ¿En qué podemos ayudarle? - le dije en tono seductor. Ella soltó una risita del otro lado.

- ¿Con el Sr. Peeta Mellark , por favor? - respondió con voz sexy. Yo sonreí al escuchar su voz y sin querer mi miembro vibró al recordar que Kat solo usaba esa voz cuando estábamos solos en la habitación.

- ¿Quién lo solicita? - pregunté para seguirle el juego.

- ¿Puede decirle que lo busca el amor de su existencia? ¿La mujer que lo adora más a que nada en el mundo? ¿Su amante, amiga y confidente para siempre? - respondió con suave voz. Yo volví a sonreír de manera involuntaria al recordar que aquella última frase había sido la misma con la que le propuse matrimonio, dieciséis años atrás...

Dieciséis años...y yo seguía tan enamorado de ella como en el primero de ellos.

A lo largo de este tiempo juntos me había preguntado en varias ocasiones, como es que después de dieciséis años, su alma me seguía cautivando cada un poquito más. Como era que después de dieciséis años, y después de tres maravillosos hijos traídos al mundo valientemente por ella, su cuerpo me seguía volviendo loco causándome una adicción a la que no estaba dispuesto a recuperarme. Pero sobre todo, como es que después de dieciséis años yo seguía siendo el mismo bastardo con la mejor suerte del mundo como para tener una familia como la que ella me dio.

- Hola, mi amor - le susurré despacito al sentirme desarmado por sus palabras -. ¿Cómo está mi hermosa esposa?

- Algo preocupada, cariño - respondió. Yo fruncí el ceño y cuando estuve a punto de preguntar el por qué, ella respondió -. Tengo miedo que mi esposo se dé a la fuga está noche y no llegué a casa o mucho peor, que quizás muera por un infarto causado por un coma celopata. - ella soltó una risita graciosa y yo bufé ante su reacción.

Twisted Plans (EVERLARK) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora