—Ya deja la jodida corbata —dijo Dean cuando Mary trataba de acomodarle la corbata. La mujer lo miró con un gesto de desprecio que no pasó desapercibido para ninguno de los dos hijos— Así está bien, mamá.
Mary no dijo nada y salió de la habitación.
—Creo que tocaste la fibra sensible de mamá. Deberías ir a disculparte con ella, Dean. —Sam, que todo el rato estaba sentado en la cama de Dean, miró la manera en como los hombros de su hermano mayor se tensaban— Te recuerdo que no solo falleció papá... sino también su esposo.
Se estaban preparando para el funeral de John Winchester. Había pasado tres días desde la muerte de la antigua cabeza de la familia Winchester, y todos estaban consternados.
El hospital no había entregado el cuerpo de John inmediatamente, sino que lo tuvieron que mandar al forense para determinar —la ya sabida— causa de la muerte del hombre; y de ahí la policía intervino. Se volvió un desastre innecesario, pero después de todo, a la dolida familia le dio tiempo de arreglar el funeral y avisar a todos sus amigos y conocidos.
Ahora, todas las personas estaban reunidas en el jardín de la casa de la familia Winchester bajo un ambiente de tristeza y dolor.
Dean se había arreglado para la ocasión, junto a Sam y Mary. Haciendo uso de trajes negros que tenían guardados en el fondo de sus clósets, y dejando a la vista sus caras más consternadas, los hermanos se miraron a los ojos.
—Nunca pensé que este día llegaría tan pronto —Dean se sentó al lado de Sam y miró a la nada— ¿Sabes? Siempre pensé que John sería inmortal, que a pesar de todo el daño que le hice, él se iba a recuperar y a demostrarme que no era un tipo tan fuerte de matar... pero no, no es inmortal.
—Dean... John estaba harto de la vida. Lo supe cuando lo vi irse en la ambulancia; y supongo que marcharse de este mundo fue lo mejor que le pudo pasar. En especial después de lo que le hicimos.
Dean se levantó y pasó la mirada por su habitación.
Era increíble como hace cuatro días había tenido la mejor noche de pasión con Castiel en la misma cama en donde está su hermano, y que simultáneamente, John estuviera sufriendo un paro respiratorio en donde murió. Si ese hombre de verdad no le hacía ninguna gracia, entonces ¿por qué sentía una incomodidad en el pecho al saber que John había muerto?
Tal vez era porque finalmente reconocía que si quería a su papá.
O tal vez... tal vez le molestaba el hecho de saber que no tuvo el placer de haber sido él el asesino de John.
—Vamos Sammy, nos están esperando allá abajo.
Dean tomó esos lentes negros que siempre tenía en unas de las mesitas de noche, y se los puso. No era porque quería ocultar su rostro de los demás, ni nada por el estilo. Sólo era que el sol estaba tan animado ese día, que su luminosidad le amenazaba con dejarlo ciego.
—Dean —Sam tomó el hombro de su hermano, que se giró para encararlo— ¿Qué hiciste con Castiel?
—Lo tengo abajo en el sótano atado con cadenas y una mordaza en la boca. John tenía amigos en la policía, y sería un verdadero tormento que descubrieran ese pequeño detalle.
Sam asintió y bajó junto a Dean.
***
Durante el funeral, se escuchaba el llanto tenue de los comensales. Todos tenían la mirada gacha, soltando leves murmullos y despedidas al cadáver del hombre que estaba dentro del ataúd.
A pesar de que a Dean le disgustaba inmensamente la idea de que las personas le lloraran a su padre, no podía negar que el viejo era muy querido por todos.
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Stockholm ||Destiel||
FanfictionLa definición del Síndrome de Estocolmo dice que sucede cuando la víctima se enamora del victimario. ¿Esto se podría aplicar a lo que siente James Novak por el secuestrador Dean Winchester? Cuando lo primordial era en un principio escapar del escal...