Mary tenía tiempo que no era feliz.
Empezando por su atropellado comienzo en su vida laboral. Recuerda claramente como fue acosada por sus compañeros y la manera en como éstos se la comían con la mirada; la forma en como los murmullos en esa oficina gris y cerrada se regaban más rápido que la pólvora y los piojos en un preescolar.
Al principio de todo, ella era una jovencita con nula experiencia laboral y en la vida misma; tomando solamente de ejemplo todo lo que su papá le enseñaba. Estaba muy segura que no quería ser asesina de profesión; y que esos ataques y formas de cazar eran innecesarios.
Pero entonces, después de un tiempo, el acoso sexual en su trabajo explotó y se dio cuenta que tenía que poner un alto. Ahí fue en donde se había alejado de todo un sábado y se fue a un bar; ahí fue en donde conoció a John. Lo que en un principio pensó que sería un deshago, se convirtió en una relación firme con un matrimonio feliz y un hijo hermoso.
Mary estaba segura que después de mucha oscuridad, su vida tomaría un buen rumbo.
Pero, no pudo escapar del acoso de su jefe. Ni tampoco de tener una aventura con él para librarse del maldito. Y cuando John se enteró, se vino abajo. Y mucho más cuando se dio cuenta que ella había quedado embarazada de él.
Mary pensó que su matrimonio se quebraría con la misma facilidad con la que se quiebra un plato al caerse al suelo; pero su sorpresa fue mayúscula cuando John la perdonó. Para el hombre no pasó desapercibido los moretones de su esposa ni los arañazos, tampoco el hecho de que se alejaba de él y la pasaba llorando en la soledad de su habitación.
Cuando se enteró de lo que había hecho, se decepcionó, pero no la dejó. Su esposa estaba atravesado una crisis, y su deber como persona y esposo era apoyarla en todo para que la mujer saliera adelante. Y así lo hicieron juntos.
Dean estaba muy feliz con la llegada de Sam a su vida; nadie sabía el gran secreto que ocultaba el niño menor de los Winchester. Pero no importaba, porque lo que hace familia a las personas no es necesariamente la sangre; y eso fue lo que Mary aprendió cuando vio como John lloraba por la enorme felicidad de sostener al bebé en sus brazos.
Su vida había encontrado el equilibrio otra vez.
Hasta la noche del incendio. La noche en donde supo que todo lo había perdido.
La desgracia la perseguía con la misma perseverancia con la que una sombra sigue a un objeto.
(...)
A los años, Mary se dio cuenta de que algo no iba bien. Ese algo era Dean, por supuesto.
Era más frío con los demás, más cruel, más lejano. Y había cambiado tanto a como era antes. ¿Qué es lo que había pasado con su hermoso niño de ojos soñadores?
Entonces tarde o temprano se dio cuenta de que la sombra de infortunio y peligro que había alejado de su jefe, la seguía esta vez con su hijo.
Mary ya no se sentía feliz ni segura en su propia casa.
Sin embargo, John estaba al lado de ella. Iban a superarlo de nuevo. Lo sabía.
(...)
Pero no fue así. Dean llegó un día con una chica hermosa a la casa y se las presentó a sus padres; la llamó novia, y John sentía su pecho lleno de orgullo.
Fue trágico ver la mirada desolada de Sam, ella sabía que el amor que le tenía a Dean no era fraternal. Pero nada superaría la forma en como Dean abrazó a la chica y le cortó la garganta frente a ellos tres; esa jovencita, Jo, pudo haber vivido mucho tiempo si no se hubiera fijado en Dean.
Mary enmudeció al ver como su hijo se llenaba de sangre de la joven; pero nada preparó a John. Fue tan extremo, que había colapsado y tuvieron que llamar a una ambulancia.
El shock lo llevó a internarlo en el hospital psiquiátrico, en donde después murió. Nunca le habían dicho a nadie lo que pasó, ni lo que pasó con la jovencita.
(...)
Muchas cosas habían sucedido. Entre esas fue el haberse embarazado de nuevo de John, y haber abortado por accidente; eso fue destrozando a Mary. Tanto como cuando se enteró que John tenía un hijo con otra mujer, el cual Dean asesinaría en un futuro; fue mucho peor darse cuenta que John había sugerido el mismo nombre para su hijo con Mary.
Ese tipo de cosas hizo que la mujer se insensibilizara más y más. No se dio cuenta cuando comenzó a encubrir a su hijo, a ayudarlo con los cadáveres y los secuestrados; ni se dio cuenta cuando había enseñado a Dean todo lo que su papá le enseñó a ella.
Mary sabía que había cambiado con los años.
(...)
Y bastantes cosas la habían sorprendido a lo largo de los años.
Pero ahora, que su hijo mayor mantenía una especie de relación rara con su secuestrado y su hijo menor había abandonado la universidad por la muerte de su papá, ya nada podía hacer que se quebrara más. Desde hace años tenía la incesante necesidad de entregar a sus hijos a la policía; pero no podía con el remordimiento. Pero ahora que Ketch estaba al acecho sería mucho más fácil hacer justicia.
Mary quería estar en paz. Sin sangre, sin gritos de agonía, sin tener que fingir que detrás de esa fachada de mujer que amaba las plantas se ocultaba una persona lastimada y vacía; quería liberase de todo, aunque eso le costara a sus hijos.
Aceptaría lo que tuviera que aceptar con las manos abiertas, con los brazos también y la mente. Si tenía que enfrentarse a la inyección letal, ella misma se clavaría la jeringa en el brazo; si tenía que enfrentarse a la silla eléctrica, ella misma se sentaría y pondría en marcha la máquina. Hasta podían condenarla con la horca, y ella misma compraría la soga y haría el nudo.
No quería suicidarse. Pero si la iban a matar, ella colaboraría con el asesino.
Así que esperaba que Ketch descubriera lo que iba a descubrir, que le dijera a Amelia en donde estaba Castiel, que recibiera la recompensa. Hasta podía intentar tener una relación con él mientras hacía su trabajo, porque realmente nada le importaba.
Así que cuando vio como Ketch terminaba de hablar por teléfono, hizo como si no hubiera escuchado toda la conversación y le sonrió, yendo a su lado para ir a la cafetería y comer unas buenas hamburguesas.
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¿Cómo creen que será el final de todo esto?
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Stockholm ||Destiel||
FanfictionLa definición del Síndrome de Estocolmo dice que sucede cuando la víctima se enamora del victimario. ¿Esto se podría aplicar a lo que siente James Novak por el secuestrador Dean Winchester? Cuando lo primordial era en un principio escapar del escal...