—¿Cómo vas, Macy? —preguntó Emmett sonriendo.
La joven se tomó su tiempo para rodear una enorme roca en el suelo boscoso antes de contestar.
—Excelente, como una senderista profesional —declaró con una sonrisa confiada—. Exceptuando lo profesional, claro... y lo de senderista.
Emmett se echó a reír y desapareció nuevamente a una velocidad impresionante.
—Siempre puedes cambiar de opinión y permitir que te cargue —Le recordó Edward, también sonriendo mientras se mantenía detrás de ella.
Macy negó con la cabeza y continuó avanzando. Ella estaba acostumbrada a las largas caminatas, pero aquel día sentía el cuerpo más pesado. No se podía comparar caminar un par de kilómetros con tranquilidad, sin ninguna prisa, con el largo trayecto que estaba haciendo en medio del bosque. Parecía como si llevara toda una vida tratando de salir de allí.
—Quiero vivir la experiencia completa, no solamente disfrutar del premio. Además, esta excursión fue mi idea y merezco consideración. Si ustedes pueden, yo también podré hacerlo. Tal vez me tome dos o tres años, pero lo conseguiré.
—No te preocupes por Emmett, está ansioso por saber cómo le cobraré la apuesta y cree que se lo diré cuando lleguemos. ¿Estás segura de lo que le pedirás?
—Me sorprende tu pregunta, Edward. Creí que mi celeridad para conspirar era mi principal atractivo.
Edward se limitó a sonreír y se mantuvo pendiente de cada paso que ella daba. No podía evitar mirarla con admiración. Macy se movía con agilidad considerando que había varios obstáculos en la zona.
—¡Edward, cárgala de una vez! —pidió Alice desde el final del camino cercado por árboles.
Macy reprimió un suspiro ante la impaciencia de Alice. Había anticipado que aquello sucedería si la involucraban en los preparativos para la boda del señor Malcon.
—La insistencia de Alice es encantadora —susurró Macy.
Edward se echó reír brevemente. Macy apresuró el paso y tomó una gran bocana de aire cuando alcanzó el final del camino rodeado por abetos. Sin poder contenerse, se dejó caer sobre la alfombra verde compuesta por las flores silvestres y vegetación del claro.
—¿Macy, estás bien? —preguntó Edward, arrodillándose junto a ella.
—Distrae a tu familia mientras me recupero.
—¿Cómo sabremos si ella está bien si no podemos escuchar sus latidos? —preguntó Emmett desde la distancia.
Macy tomó una gran bocanada de aire y se puso de pie. El claro era tan grande como prometía el libro, pero lo primero que llamó la atención de la joven fue la familia acomodada sobre unos enormes troncos formando un semicírculo. Normalmente no se dejaba impresionar por ellos, pues se suponía que sabía todo de los Cullen, pero parecía imposible no fijarse en la piel brillante de los vampiros. Las mujeres llevaban enormes sombreros por lo que sus rostros no encandilaban como los de los hombres.
Macy se arregló el cabello y le pidió su mochila a Edward. Tomó una de las botellas de agua y bebió algunos tragos.
—¿En cuánto tiempo lo hice? —preguntó ella.
—Cuarenta y siete minutos.
Macy sonrió, conforme con el resultado. Estaba decidida a mejorar ese tiempo en la siguiente oportunidad que tuviera.
—No me sorprende que lo hicieras tan bien. Tienes una excelente condición física —añadió Edward.
Alice se aproximó con una laptop en sus manos y se colocó entre ellos.
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EN TUS DOMINIOS 《Fanfic Crepúsculo +18》©
Fanfiction(Finalizada/En corrección) Para Edward Cullen sus días en Forks solamente podían describirse como aburridos y eso estaba a punto de cambiar. Macy Steven había heredado un colgante poderoso y, al desear poder conocer el futuro, terminó apareciendo de...