EN TUS DOMINIOS 《Fanfic Crepúsculo +18》©

Rojo

—¡Edward!

Macy se arrodilló a su lado y pasó inútilmente las manos por el pecho masculino en busca de alguna señal de daño. Entonces se inclinó hacia su cabeza y le dio algunas palmaditas en el rostro para que reaccionara.

—¡Responde, por favor!

La desesperación la llevó a tratar de sacudirlo, pero era muy pesado. Entonces miró a los demás, algunos se habían quedado con las piernas cruzadas en una posición que se veía incómoda. Se encargó de tender los cuerpos inertes mientras trataba de hacerlos reaccionar uno a uno con la misma determinación. Tampoco contestaron por lo que regresó con Edward.

¡Qué horrible pesadilla! No tenía a quién recurrir para pedir ayuda ni tenía idea de lo que había sucedido. Se suponía que los vampiros estaban conscientes toda su existencia, sin excepciones.

—¡Edward, contesta!

Al no recibir una respuesta, se dejó caer a su lado y se aclaró la garganta para no terminar sollozando. ¿Qué podía hacer si los Cullen no despertaban? Esconderlos hasta conseguir ayuda no era una opción porque el inmortal más sabio que conocía también estaba tendido a unos centímetros.

—¡¿Qué hago?!

La tenue brisa le revolvió el cabello y permitió que se diera cuenta de que el canto de las aves y los otros sonidos propios del bosque habían cesado. La sensación de soledad fue tan fuerte que tuvo miedo de que aquella situación fuera irremediable. ¡Pero no se rendiría tan fácilmente!

Metió la mano en cada uno de los bolsillos de Edward en busca de su celular y cuando lo encontró, buscó en la lista de contactos.

—El aquelarre de Denali es el más cercano... Tal vez pueda pedirles ayuda —pensó en voz alta—. Ese será el plan Z. El plan A podría ser...

Macy dudó antes de inclinarse sobre el rostro del vampiro y le levantó ambos párpados con la esperanza de que despertara. Los ojos dorados de Edward se movieron hacia un costado cuando lo llamó y esperó un momento para ver si el movimiento había sido voluntario o no.

—¿Puedes oírme?

Las pupilas se movieron nuevamente y Macy tomó una bocanada de aire para evitar que las lágrimas se desbordaran de sus ojos.

—¡No estás muerto! —Le dio un beso en la frente—. Es decir, más de lo que ya estabas hace unos minutos.

Macy apartó las manos para comprobar si los ojos de Edward permanecían abiertos sin su ayuda y suspiró aliviada cuando no se volvieron a cerrar.

—Ahora, necesitamos un sistema de comunicación. Mueve los ojos hacia la derecha para contestar sí y hacia la izquierda para un no. ¿Entendiste?

Las pupilas del vampiro rodaron hacia la derecha. Poco a poco, la mente de Macy se iba apaciguando para que pudiera pensar con claridad.

—¿Te sientes bien? Mejor dicho, ¿te duele algo?

Por fortuna, la respuesta que recibió de Edward fue negativa.

—El resto de tu familia está en las mismas condiciones. ¿Tienes ideas de lo que pudo haber pasado?

Nuevamente obtuvo una respuesta negativa y se obligó a permanecer calmada, al menos externamente.

—No importa. Yo lo solucionaré. Dame un momento.

Macy se puso de pie y miró a los alrededores. Inspiró profundamente y cerró sus ojos para concentrarse. Estaba en sus manos revertir la situación ya que probablemente ella había sido la responsable. ¡Eso era! Tomó su colgante que había caído junto a Rosalie y se lo colocó rápidamente.