Eres Mía Enana❤

Capítulo 43

Theo

Quiero que me hagas el amor.
Nunca antes me había sentido de esta manera.

6 palabras, 6 palabras que me llegaron al alma.

Sentí que en mi interior miles de personas festejaban con bombos y juegos artificiales.
Un sentimiento hermoso que extrañaba tanto sentir.

Amo a esta niña, es alguien que no se metió en mis boxer ni en mi sábanas pero si que se metió en mi corazón.
La miré con tanta ternura y deseo que pude notar un pequeño rubor en sus mejillas.

- Asha... - mi voz sonó tan ronca, pero aun así continué - Asha no quiero que te sientas obligada a nada, yo entenderé si ... - la princesa me interrumpe.
- Theo no me estas obligando a nada - su pequeña mano toca mi mejilla, logrando que mi cuerpo explote en sentimientos hermosos, pero apartó su mano y sus ojos  que hace unos minutos estaban oscuros y brillantes ahora sólo mostraban temor.

De nuevo.

Me acosté a su lado tratando de que se calmara, esta noche no pasará nada.
No cuando ella aun sienta miedo.

Con sólo pensar que le hicieron algo...

- No quieres estar conmigo verdad. - su melodiosa voz me sacó de mis pensamientos.
Sonreí inconscientemente.
Con mucho cuidado me puse encima de ella, quedando frente a frente, rostro con rostro. Vida con vida.

Miré las preciosas perlas verdosas que tiene por ojos y luego le di un casto beso en lo labios. No me cansaria nunca de esto.

- Preciosa quiero estar contigo desde hace tres años, cometí un error, me aleje de ti cuando más me necesitabas, ahora sólo quiero remediar ese daño, quiero que me Ames como yo te amo a ti, quiero que confíes en mi, quiero hacerte sonreír quiero que me des simplemente el permiso para poder hacerte feliz.- noté como una pequeña lágrima rodaba por su mejilla.

Sus labios buscaron los míos con tanta timidez - Quiero que me hagas el amor Theo - Dios mío, es un milagro del cielo que aún no me haya infartado, mi corazón palpita a un ritmo increíble.

Sentí mi sangre hervir en mis venas.
Bajo mi pecho pude sentir el corazón de Asha que iba a la misma velocidad que el mío.

La besé.

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Recorrí todo su cuerpo, dejando besos en cada rincón de su preciosa y Blanca piel, sólo nos separaba una prenda, fina y Rosa prenda.

Nunca antes había sentido tanta vergüenza y timidez de ver a una mujer desnuda.
Pero es que ella no es cualquier mujer.

Ella es mi pequeña, ella es mi Enana.

Asha con una mezcla de timidez y excitación cambio su lugar, quedando mi cuerpo a su merced.

Sus ojos llenos de deseo miraron mi cuerpo, me sentí avergonzado ¿Y si no era suficiente para ella? ¿Y si no llegó a ser mejor que el papá de Sofía?

Muchas preguntas invadieron mi mente, dudas y más dudas.

Pero todas aquellos pensamientos se esfumaron cuando sentí unos cálidos labios besar mis labios, dejando una fila de besos por mi cuello, bajando a mi abdomen.

Sentí explotar.

De un ágil movimiento me puse encima de ella.

Dejé la timidez y la vergüenza de lado y la besé con deseo, amor y placer.

Sus gemidos hacían que mi miembro quisiera más.

Le quité la braga, y su rostro se puso aun más rojo de lo que estaba.