Prólogo.

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Diciembre. Con solo leer esa simple palabra la mente rápidamente lo asocia con una de las festividades más esperadas: Navidad. Es por eso que es considerado como un mes de fiestas, reencuentros familiares —que algunos desean evitar—; igualmente es el mes de los banquetes navideños y en consecuencia es la momento, para muchos, de subir de peso, y sobre todo es considerado como un tiempo para dar y recibir amor.

Algo muy contradictorio desde el punto de vista de Jeon JungKook, donde nunca ha podido recibir y mucho menos dar adecuadamente amor dentro de su círculo familiar en ningún mes del año. Sus padres solo se concentraban en sus extenuantes trabajos; ambos dueños y directores de una de las cadenas hoteleras más importante de Corea del Sur, el cual JungKook heredaría después que terminara su carrera universitaria —o esas eran las palabras que se dedicaba a repetir una y otra vez el señor Jeon a su hijo hasta el cansancio—. Pero el azabache no quería eso, para nada, ese prometedor futuro no era en absoluto para él, prefería dejárselo a su prodigioso y perfecto hermano mayor Jeon TaekWoon.

La única cosa por la que JungKook pedía a gritos y con cada pequeña fibra de su ser, era algo de amor, tanto de sus padres como de su hermano mayor, y en estas navidades lo que más deseaba era pasar un rato de calidez con los miembros de su familia, tal cual como era antes de que su padre alcanzara el éxito que sostenía actualmente.

Quería sentirse querido, amado sentir algo de calidez y no sólo recibir besos de su madre desde el otro lado de una video llamada o simples tarjetas de regalo firmadas por su hermano.

JungKook solo deseaba que algo ocurriera y lograra cambiar su vida para mejor, y poder sentir lograr no solo sentir una pizca de calor familiar, sino también el poder dar y recibir amor. Pero sabía que eso solo lo lograría con un milagro, en todo caso un milagro navideño...

Y sí, el destino se encargaría de dárselo, solo que él no sabría que dicho milagro sería tan tierno y juguetón haciendo que descubriera sentimientos totalmente desconocidos, un amor incondicional hacia aquel pequeño chico de mejillas rosadas que yacía bajo el gran árbol de navidad...

[¡PRÓXIMAMENTE!]

—¿Quién eres? ¿Por qué estas en mi casa? ¿Y qué buscas aquí? —exigió en tono firme. El pequeño rubio miró por primera vez directamente a JungKook con ojos asustadizos, mismos que empezaron a cristalizarse.

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Ehh... ¡Holis! Antes que nada >.<

Pues quiero compartir esta muy ocurrente historia que se atravesó en mi mente y no me dejó en paz hasta que empecé a redactarla. Si ya sé, es obvio que ya la navidad acabó, pero la escribí en diciembre así que... tiene ese espíritu navideño (creo que cuenta) XD

Espero que la disfruten tanto como yo, próximamente subiré los capítulos aún estan en proceso de redacción y acomodando uno que otro detalle, tengan paciencia por favor, según dicen lo mejor se hace esperar...

Les recomiendo que añadan mi humilde historia a su biblioteca y/o lista de lectura para que así reciban las notificaciones y estén al tanto de cuando empiece a subir los capítulos.

Es mi primer fanfic así que... Espero que lo disfruten como yo lo hago al escribirla, de verdad.

Besos~

•All I Want For Christmas• «|KookMin|»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora