•All I Want For Christmas• «|KookMin|»

Exciting Situations.

I'm back.

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Muchas bambalinas y luces titilantes en la oscuridad con motivo navideño decorando las avenidas, enormes carteles de neón alzados a lo alto sobre tiendas y bares, el caluroso vapor proveniente de los carritos de comida ambulante al colocar un trozo de delicioso cerdo en la parrilla; el constante tintinear de las ollas acompañados de embriagantes olores que invitan a tu boca a pecar por un bocado de algún platillo recién salido de los restaurantes abiertos las veinticuatro horas. Sin ignorar a las personas paseando a través de las avenidas y estrechas calles, el ruido de las motocicletas y el tráfico; además de muchos jóvenes sentados en mesas al exterior charlando y riendo mientras beben algo de alcohol.

JiMin observaba todo lo que sus ojos y la rapidez de su cuello le permitían para poder guardar cada detalle en su memoria; aquel lugar era totalmente distinto comparado a las calles de Seúl. Definitivamente Bangkok era espectacular y extremadamente llamativo a la vista del pelinaranja, quien solo hasta ahora conocía el pent-house de Jeon junto con el resto de la manzana, el Cassiopeia y un parque de diversiones.

—JiMinie... —le llamó de nuevo el azabache al notar la mirada perdida de JiMin, a lo que este le miro un tanto desorientado—. ¿Te gusta?

JiMin solo pudo asentir varias veces con una gran sonrisa mientras apretaba su mano entrelazada a la de JungKook y miraba maravillado a través de la ventana del auto, a pesar de no tener el gran modernismo de Seúl y tener un ambiente más rural, no le incomodaba estar en aquel país extranjero, todo era muy llamativo y nuevo ante sus ojos.

Después de unos minutos de viaje —y de JiMin abalanzándose sobre las ventanas para lograr observar todo lo que su cuerpo le permitiese—, el auto se detuvo en frente de un enorme edificio. Una gran torre de piedra de cuarzo blanco que se alzaba hasta lo alto de probablemente unos veintisiete pisos, al bajar del auto JiMin pudo reconocer el vestíbulo decorado con ornamentos navideños y un brillante piso de madera muy bien pulido que se podía notar desde el exterior, los arbustos perfectamente podados sostenían entre sus ramas luces blancas y amarillas dándole un toque mágico y los autos lujosos deteniéndose en el valet parking junto con los ricachones que bajaban de estos, presumiendo con altivez sus costosas vestimentas y accesorios, cosa que delataba fácilmente que aquel lugar no era ninguna pocilga. 

—Oh Dios... —pronunció JiMin con el poco aliento que le quedaba al observar el lugar, se volvió a JungKook quien solo sonreía y miraba al suelo, estaba avergonzado—. Kookie... ¡Todo esto debió salir en una fortuna!

—Oye, si tienes un padre con mucho dinero que para compensar su constante ausencia deposita jugosas sumas de dinero en tu cuenta bancaria, entonces... —se alzó de hombros restándole importancia—. Hay que invertirla en algo que realmente valga la pena y esto lo es, en verdad lo es —JungKook entrelazó con firmeza sus manos—. Así que olvida los gastos y solo disfrutemos, ¿si? —se inclinó un poco y posó sus labios sobre la frente de JiMin que solo pudo sonreír complacido.

—Esta bien.

—Dime, ¿tienes hambre? —preguntó Jeon encaminándose a la recepción del hotel y rió por atreverse a preguntar siquiera.

—Mi estómago es literalmente un agujero negro que pide ser alimentado, sin embargo ya esta entrenado para resistir hasta que llegue la hora de cada comida. Es decir, que tengo hambre a cada instante, hasta la pregunta ofende Kook. —rodó los ojos mientras reía.

—Eso es cierto. Bien, déjame confirmar la reservación y ya buscamos algo de comer. —se acercó a la recepción donde se hallaba una joven frente a una computadora y la cual les sonrió ampliamente después de una reverencia. JiMin se sorprendió cuando JungKook abandonó el coreano para empezar a hablar fluidamente lo que supuso que se trataba de tailandés.