•All I Want For Christmas• «|KookMin|»

Surprises...

Por la tarde JungKook se encontraba en la ducha, llevaba unos diez minutos bajo la regadera intentando despejar sus pensamientos.  

"—JungKook, son tus padres, son familia, debes preocuparte por ellos..."   —esas palabras aún le taladraban en la cabeza. Por supuesto que se preocupaba, era la única familia que tenía y la amaba, pero no consideraba nada justo el hecho que lo colocaran en segundo plano todo el tiempo; la única forma que su padre tomara la iniciativa de llamarle era para reportarle todos los cambios en la empresa que —le recordaba el señor Jeon— "pronto heredaría". TaekWoon dejó su faceta de hermano amoroso al cumplir los dieciocho para concentrarse en estudiar y trabajar para mantener en alto el apellido Jeon.

¿Por qué tenían que ver la vida como un estúpido negocio?, ¿Empresas?, ¿Dinero?, ¿Estatus?, esas cosas no tenían valor alguno, se esfuman con el tiempo; pero al parecer sus padres y hermano no tenían el mismo criterio.

— ¿Kookie? —una voz se escuchó del otro lado de la puerta, para luego la puerta del baño ser abierta y cerrada.

— ¿JiMin? ¿Sucede algo? —preguntó cerrando la llave y tomando una toalla para amarrarla al rededor de su cintura.

— Oh, no es eso —pudo escuchar como se recostaba de la puerta—. Solo... Me preocupé. ¿Estás bien? Desde esta mañana has estado muy serio.

JungKook salió de la ducha encontrándose con JiMin mirando su reflejo en el espejo—. No te preocupes. Tengo muchas cosas en mente, eso es todo.

— Esta bien... —dijo sin quitar sus ojos de su propio reflejo.

— JiMin. —le llamó mientras secaba su cabellera con otra toalla.

— ¿Hmm? —gimió haciéndole saber que tenía su atención.

JungKook se acercó por detrás y le abrazo enredando sus manos en la cintura del rubio.

— ¡JungKook estas mojado! —se exaltó queriendo apartarse, pero el pelinegro no lo soltó ni una pulgada.

— Salgamos hoy, solo tu y yo. —le propuso colocando su cabeza en el hombro del más bajo. JiMin sonrió ampliamente y se volvió dándole la cara a JungKook.

— ¿Lo dices enserio? —preguntó sin borrar su sonrisa, a lo que el pelinegro asintió—. Acepto, vamos a salir de aquí y divertirnos.

Le regaló un beso en la mejilla y revolvió el cabello aún mojado del azabache—. Pareces un perro.

JungKook sonrió y empezó a sacudir su cabeza tal cual lo haría un perro llegando a mojar a JiMin; acto que dio inicio a una larga guerra de agua que acabó hasta que ambos cayeron empapados sobre la cama uno al lado del otro. Fue hasta que JungKook notó que seguía desnudo, que salió corriendo a vestirse.

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"— ¡Esa ha sido las mejor y más divertida salida de mi vida!" —exactamente esas habían sido las palabras del rubio. 

JiMin  y JungKook ya se encontraban en el bus devuelta al pent-house después de estar todo el día en el parque de diversiones probando todas las atracciones habidas y por haber. JungKook había llevado su cámara y sacó múltiples fotos del rubio con expresiones de un niño emocionado en una dulcería; ahora JiMin se encontraba durmiendo en las piernas de JungKook en un intento de recuperar las fuerzas agotadas de esa tarde.