Playing With Fire.

2.8K 307 97
                                    

"Ya lo sabes JiMinie, si ves que Tae te incita a vestirte como chica, corre lejos y me llamas inmediatamente." —fue la última advertencia que le recordó JungKook al rubio, antes de dejar el salón. Recibiendo de parte del pelirrojo miradas cabreadas y comentarios donde la frase "Ya deja de joder JungKook", fue utilizada numerosas veces.

JungKook se hallaba junto a HoSeok caminando entre las tiendas en busca de algún regalo para TaeHyug, ya que según el castaño "Estuvimos tan ocupados en Jeju, que lo olvidé por completo, JungKook"; así que se paseaban de tienda en tienda buscando el regalo perfecto para el chico de sonrisa cuadrada.

—Y dime... —rompió el silencio HoSeok mientras se detenían frente una zapatería—. Lo de este chico, JiMin ¿va enserio?

JungKook dejó unos Converse en la vitrina y se giró a ver a su amigo—. ¿Qué quieres decir?

—JiMin se queda contigo un tiempo mientras busca donde quedarse, ¿Qué harás cuando consiga un lugar? —el castaño salió de la tienda junto a JungKook—. Lo diré sin rodeos, no tenía idea que te fueran los chicos así que, ¿Solo es algo experimental como dice Tae o de verdad te gusta?

JungKook también se había realizado esa misma pregunta varias veces—. Siendo honesto... Jamás pensé que pudiera gustarme un chico, nunca me vi de esa manera. Pero en los pocos día que llevo conociendo a JiMin, me ha hecho cambiar esa forma de pensar —suspiró mirando al suelo—. No lo conozco totalmente, pero me hace sentir increíble, me siento cómodo y feliz a su lado, y eso me gusta, él me gusta mucho Hobi.

El castaño le miró unos segundos para regalarle una tierna sonrisa—. No sabes cómo me satisface oír eso Kook. Me alegra de que haya llegado una pizca de felicidad a tu vida, y que ya no sea tan gris por la ausencia de tus padres.

Ambos tomaron la escalera mecánica hacia el nivel superior—. En eso sí que tienes razón hyung. Por supuesto que aún extraño a mis padres, pero JiMin me ha hecho olvidar por completo ese detalle; definitivamente es lo mejor que me ha pasado hasta ahora... —HoSeok dio un profundo suspiro al oír las palabras de JungKook, y este lo notó—. ¿Qué pasa?

El castaño dudó unos instantes antes de atreverse a responder—. Lo que opino es que... No te precipites, es mejor no jugar con fuego JungKook... —murmuró audible, confundiendo al azabache, mientras bajaban de la escalera—. Solo lo digo porque apenas lo conoces. Y no me malentiendas, me gusta que te sientas de esa manera, pero deberías esperar a conocerse más antes de intentar algo.

A JungKook le molestó la manera en que el castaño reventó su burbuja de felicidad, pero sabía que HoSeok tenía razón. Sí, JiMin le había explicado ligeramente su origen pero aún así era confuso y no muy entendible, y JungKook sabía de la posibilidad de que JiMin no le haya contado la historia en su totalidad.

—Lo sé, tienes razón, pero de todas formas me gusta mucho hyung de verdad me gusta —el castaño suspiró resignado, ya lo sabía, lo notaba en los profundos ojos de su amigo. Jeon JungKook estaba enamorado, no, estaba cegado por los nuevos sentimientos que lo abordaban.

HoSeok no lo juzgaba, conocía el sentimiento, lo vivió cuando aceptó su homosexualidad y que no podía estar sin su tierno TaeHyung. La diferencia es que por lo menos Tae y HoSeok habían tenido una amistad desde hace siete años; pero JungKook apenas estaba conociendo a JiMin y cabía la posibilidad que el pelinegro pudiera salir lastimado, cosa que aterró al castaño, pero decidió ignorar los pensamientos; quería seguir buscando un regalo decente para Tae.

Caminaron otros diez minutos entre tiendas, hasta que JungKook se detuvo en una joyería, admirando en la vitrina donde se hallaban algunos accesorios que robaron su atención, necesitaba comprar algunos pendientes nuevos—. Oye Hobi, tu sigue, compraré algo —le dijo al castaño mientras se adentraba a la joyería. JungKook pidió nuevo par de argollas y mientras la cajera los envolvía paseó la mirada sobre los mostradores; y fue cuando lo notó, aquella prenda era tan hermosa y delicada que sus ojos se perdieron en cada uno de los detalles, ni siquiera oyó cuando la chica le entregaba su tarjeta junto con las argollas, estaba absorto ante la belleza que tenía ante sus ojos. Y con una sonrisa ladina miró a la chica y sin titubear dijo—: Me los llevo.

•All I Want For Christmas• «|KookMin|»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora