•All I Want For Christmas• «|KookMin|»

Final.

Fue un placer escribir para ustedes, vayan sacando sus pañuelos mis amores...

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All I Want For Christmas... Is You.

Caminó durante un rato, quizás minutos u horas ya había perdido la noción del tiempo al igual que su aliento; por lo menos la ausencia de oxígeno en su sistema lo distraía de pensar en JiMin, de quien —como ya se le era costumbre a JungKook— había parado de oír su voz.

JungKook tomó un largo suspiro y miró al cielo con desesperación—. A todas las personas en este universo, ¿tenía que ser yo el que pasara por esto? ¿Acaso no pude tener un simple final feliz?

El azabache sacudió la cabeza para espantar los pensamientos que empezaban a abordarle, no podía continuar toda su vida lamentándose hundido en la melancolía. Por ello, empleó la única herramienta que le hacía permanecer apacible y sereno con una mente en calma: su cámara; tomó su mochila y sacó su preciado tesoro —como él acostumbraba llamarle—. Había caminado hasta lo que parecía un enorme campo, todo era verde a su alrededor, los árboles gigantes y una gran diversidad de naturaleza que hizo picar las manos de JungKook gracias a las ganas de querer capturar todos aquellos elementos que se contrastaban en armonía en una fotografía.

Inició por uno de los prominentes árboles, pudo fotografiar a una pequeña mariquita posada en la corteza donde la iluminaba un fuerte rayo de sol haciendo destacar brillantemente las pintas negras de sus alas en contraste a la textura del árbol había quedado maravillosa, JungKook quedó encantado con el resultado generando una gran ola de inspiración; después de una hora y media, el atardecer iniciaba. El cielo se combinaba en una paleta de brillantes naranjas, amarillos y violetas, además si se hacía un poco de esfuerzo podía notarse la silueta de la media luna escondida detrás de las densas nubes. JungKook se recostó en el suelo y elevó su cámara al cielo, divagó unos minutos con el lente en busca de un encuadre perfecto hasta que lo consiguió y presionó el botón en la parte superior de la cámara; luego se irguió recostando su espalda en la firme corteza de nuevo enfocó la cámara para otra toma y observó una figura caminando lentamente hacia su dirección con sus cabellos dorados siendo desordenados por la brisa proveniente del oeste.

JungKook jadeó por la imagen frente a sus ojos y antes de que pudiese arrepentirse tomo la fotografía. JiMin lucía tal cual como un ángel y no se cansaría de decirlo, sobretodo con el espectáculo que le ofrecía el cielo en ese momento le hacía destacar con sus impolutas ropas blancas.

JungKook desvió la mirada cuando JiMin tomó asiento frente a él, pero extrañamente el rubio no dijo nada, solo admiró un poco el paisaje durante unos instantes en silencio, hasta que JungKook no pudo mantenerse en ese estado por mucho tiempo.

—¿Por qué estas aquí? —preguntó sin mirarle a los ojos.

JiMin sonrió de medio lado—. Porque tú quieres que este aquí.

—Sí, es decir, no —JungKook mordió su labio inferior—. Me refiero al por qué apareces, ¿por qué continúo viéndote?

JiMin le miró con ojos atentos sin responder.

—Puedo jurar que lo que menos deseo es que continúes más  aquí —dijo con su voz quebrada—. No así, de esta manera, como un espejismo. Te quiero en verdad.

—JungKook —el azabache se deleitó con la forma en que JiMin pronunció su nombre— Solo tienes que dejar de pensar en mi y te prometo que desapareceré. Solo bórrame de tu mente.

JungKook quiso reírse pero al parecer sus facciones se hallaban congeladas—. Créeme que ese ha sido mi propósito en todo este año y medio... Pero no puedo.