•All I Want For Christmas• «|KookMin|»

I'm A Lier.

—J-JiM- J-iMin... —balbuceó JungKook, absorto ante la nueva imágen del ahora pelinaranja.

JiMin notó la expresión aislada de JungKook—. ¿Qué... No te gusta?

JungKook se acercó a JiMin y le tomó con determinación de la cintura— Jodidamente me fascina. —e inclinó su cabeza, estrellando ligeramente sus labios contra los del más bajo, quien le correspondió con una ligera mordida en el labio inferior antes de separarse; dejando al azabache deseando por más.

—Oigan, busquen un cuarto. —bromeó Jin tapando sus ojos.

"Faltas no me hacen hyung..." —pensó JungKook tomando asiento en la barra junto a JiMin.

—¿Entonces sí te gustó? —preguntó JiMin alborotando su cabello.

—Me encanta —respondió JungKook acariciándole una mejilla. TaeHyung carraspeó su garganta llamando la atención de ambos—. Si, lo debo de aceptar, hiciste un gran trabajo Tae, gracias.

—Por supuesto que debes agradecerme —dijo el pelirrojo con orgullo—. Sin mi ayuda, JiMin no se vería tan bien esta noche y tu no estarías tan duro como una piedra.

JiMin rió avergonzado, y JungKook solo abrió y cerró su boca sin tener qué decir—. Y-Yo no...

—Si te atreves a negarlo, invitarás todas las rondas de esta noche. —le retó TaeHyung con una ceja encarnada.

JungKook guardó silencio y tomó su cerveza alzándola—. Mejor cambiemos de tema, ¡Salud! —acción que sacó una risa en sus amigos.

—¡Oigan! —SeokJin llamó la atención del grupo sobre la música—. Suban a la otra planta, casi no hay nadie, atenderé a algunas personas aquí y dejaré a alguien a cargo. Nos vemos allá arriba.

El grupo asintió y se dirigieron a la planta superior. En ella se hallaba una barra más pequeña, varias mesas de pool, y un pequeño escenario para karaoke; esta área era un poco menos concurrida pero aún la música retumbaba por el lugar. JungKook escogió una mesa cerca de la barra y frente del escenario.

—Juguemos algo de pool —sugirió HoSeok con una sonrisa—. Dos contra dos.

TaeHyung y JungKook aceptaron de inmediato, JiMin solo pudo obsequiarles una sonrisa apenada ya que no tenía ni mayor idea de qué iba el juego.

—Mejor vayan ustedes, yo los veré desde aquí —comió un poco de las botanas que habían pedido—. Estoy un poco cansado de caminar tanto por el centro comercial.

JungKook asintió, sabía que no debía atosigar al más bajo, sino lo hartaría y como dijo TaeHyung: era una persona, no su llavero.

JiMin se encargo de ver a los chicos jugar y se reía cada vez que JungKook actuaba como niño pequeño al hacer golpear las bolas y hacer puntos, y carcajeaba al oír la forma en que TaeHyung le amenazaba diciendo que usaría el taco para ensartarlo como a una brocheta.

Después de acabar la última gota de la dulce y relajante piña colada, con determinación se encaminó hasta el área de karaoke, donde una rubia se había bajado riéndose por su vergonzosa presentación y se unió a su grupo de amigos; eligió una canción y tomó el micrófono sintiéndose como en los doramas que había visto en la televisión. La melodía inició y un mareado JiMin tarareó la letra hasta que cogió el ritmo, esa canción la había oído en el viaje en auto del día anterior con JungKook y había quedado grabado en su memoria.

Empezó a cantar la canción guiándose por la letra que reflejaba la pantalla delante de él, llamando la atención de JungKook al reconocer su voz; el azabache se acercó al escenario y observó a JiMin cantar. Entonaba cada nota con una voz armoniosa, aunque un poco tambaleante por el nivel de alcohol en su sistema; JiMin había cerrado sus ojos y cantaba con pasión, estaba sumergido en la letra, dejaba que cada uno de sus sentimientos fluyera en ella, como si aquella melodía se encargara de relatar lo que sentía en ese instante.