Cuidado con los chantajes emocionales
La pareja es la sociedad más pequeña que existe y en ella invertimos gran parte de nuestro capital afectivo.
Normalmente, esta unión se realiza con la idea de construir algo en común que beneficiará a ambas personas. Pero, como ocurre en toda sociedad, uno de los peligros que acechan a la pareja son las luchas de poder. Cuando éstas se producen, se olvida que existe un proyecto compartido, y uno o ambos miembros intentan imponer sus reglas y sus objetivos personales.
La manipulación emocional es una de las prácticas más utilizadas en el campo de batalla de la pareja. De forma inconsciente o voluntaria se exige a la otra persona que actúe según los propios deseos o necesidades, utilizando vilmente los sentimientos como arma. El silencio, las amenazas directas o veladas, los celos, o incluso una actitud victimista, son algunas de las estrategias más comunes.
El chantaje emocional suele estar tan infiltrado en nuestras relaciones, que no resulta fácil reconocer cuándo somos víctimas de él o cuándo lo ejercemos. Si la manipulación es constante e insidiosa puede corroer la base de la relación.
¿Por qué manipulamos?
"Para hacer la paz se necesitan dos; pero para hacer la guerra basta con uno sólo" (Samuel Butler)
Se acostumbra a asociar la manipulación con personas egoístas, retorcidas, malvadas, maquiavélicas... Esto resulta tranquilizador en sí mismo, dado que aporta una explicación simple y definida de este aspecto oscuro de las relaciones, al tiempo que nos aleja de él. Pero en la práctica, todos, en un momento dado, podemos utilizar algún tipo de chantaje emocional.
La manipulación está presente cuando se intenta controlar lo que dice o hace otra persona, cuando se exige sin dar opción a elegir, o cuando se deteriora la autoestima ajena de manera más o menos capciosa. Implica, en suma, la utilización de otra persona para un beneficio propio. Sin embargo, existen importantes diferencias de grado.
Así como algunos chantajes son transparentes y casi inofensivos, otros resultan más retorcidos y pueden terminar siendo destructivos. Ciertos individuos llegan a tiranizar a la persona con la que conviven utilizando el desdén, la humillación o la crítica. La manipulación llevada al extremo supone un maltrato psicológico, una agresión que no deja marca ni heridas, pero que no por eso resulta menos dañina.
A menudo se cae en el error de considerar este tipo de agresiones como un problema menor, algo menos grave que la pura expresión de violencia. Sin embargo, el maltrato moral suele ser la antesala y un ingrediente indispensable de lo que se conoce como maltrato físico.
Juegos de dominación
"La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano" (Voltaire)
La manipulación se utiliza para ganar poder en una relación. Con diferentes tácticas se intenta tocar los puntos débiles del otro. Para que resulte efectivo, el chantaje emocional debe producir una mezcla de temor, obligación y culpa, a fin de que la pareja acabe sucumbiendo a las propias expectativas. Para ello se suelen emplear estrategias como:
• El castigo. Se amenaza, de manera más o menos directa o implícita, con que si no se realiza lo que uno desea tendrá consecuencias negativas.
• El autocastigo. En este caso, la amenaza consiste en dañarse uno mismo para hacer sentir culpable al otro. Como, por ejemplo, diciendo: "Si tú no me quieres, la vida no tiene sentido para mí".
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Cree en mí (Malec AU)
FanfictionSer celoso es un problema serio que va más allá de lo que uno quiera o sienta. Es una enfermedad y Alec la padece horriblemente. Su novio es Magnus Bane, conocido en la noche por ciertas actitudes. Fuerte combinación. Que mas agregar? • Los person...