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Culpa y felicidad. Un nuevo sentimiento se había inventado en el mundo. 

Alec dormía sobre el pecho de Magnus y este era feliz por eso pero, cuando bajó su vista hacia al piso y vio la jeringa que habían usado la noche anterior, seguramente en el mismo y luego en el, todo su mundo empezó a desmoronarse. Existía una decisión difícil de tomar pero tenía que tomarla. Las cosas ya no se podían sostener de esa manera, esta iba a ser la única vez que las cosas se descontrolaran así.

Se separó de Alec suavemente, no quería despertarlo, se veía tan pacífico y agotado. Se dirigió hasta la cocina. En el trayecto noto que se sentía mareado y le dolía terriblemente la cola y piernas. Puso el agua a calentar y preparar el mate mientras su mente iba a mil por hora. Alec dormía aun cuando volvió a la pieza. Dejo todo encima de las mesa de luz y luego abrió la persiana de la ventana, dejando entrar la luz del sol a toda la pieza. Se sentó en la cama a su lado y empezó a tomar mate solo hasta que su novio se fuera despertando.

- Que rico... - le susurro y sonrió. Quería que todas sus mañanas fueran así de ahora en más, con el siendo natural y real.

- Vos sos rico. - Le contestó Magnus y eso lo hizo sonreír aún mas. Esa bella sonrisa por la cual mataría a cualquiera. Alec se sentó y acomodo a un costado de su novio apoyando su cabeza en su hombro.

- Me duele el culo de ayer. Fue hermoso... Aun siento tu semen dentro mío. - Magnus cerró los ojos mientras le hablaba.- Quiero que todas nuestras noches sean así... 

- Yo también siento tu semen, fueron muchas veces... - Le contestó Magnus pasándole un mate y Alec lo tomó.- Fue la mejor cogida de mi vida.

- La mía también. - Le entregó el mate unos minutos después y se abrazó a su brazo.

- Alec... - Le susurro.

- No lo arruines Magnus... - Le respondió.

- Me gustaría poder hacerte feliz sin aditivos. - Alec no le contesto.- Se que no tienen comparación con mi aburrida manera de cogerte sin ellos...

- Magnus, no digas eso, sabes que no es así.. - Alec se separó y lo miro.

- ¿Necesitas drogas para quererme? - Orgullo repentino se formó en su pecho. Era fuerte, si lo era. Podía hablar de esto sin caer débil a sus pies.

- No es así... Sabes que no me drogo... Amor... - Alec parecía confundido.

- ¿Cómo es entonces? ¿No me amas por como soy?

- Si lo hago.. - Sus ojos se llenaron.- No quiero parecerte aburrido..

- No quieras girar esto en mi, yo jamás me aburriría de vos.

Magnus dejó el mate a un costado, sobre la mesa de luz y se puso de rodillas delante de él para tomarle el rostro, se dejaron caer ambos en la cama. Alec se veía tan vulnerable debajo de su cuerpo. Tan... niño.

- Yo jamás te abandonaría, ni te haría daño, jamás.

- Yo no... No se eso... ¿Por qué no te negaste anoche? Lo disfrutaste.

- Si, lo disfrute, me encanto y si hubieran sido unos años atrás estaría clavandome otro ahora, pero las cosas ya no son así.

- ¿Como son? - Le reclamo Alec la respuesta a tan profunda pregunta.

- Somos adultos... No podemos joder asi. Nos podemos morir, nos pueden lastimar y ¿Que pasa si algo te pasa? ¿Que hago yo?

- No va a pasar nada...

- ¿Y si me pasa algo a mi Alec? ¿Que vas a hacer?

- Me mato. - Lo dijo con tanta seguridad que hizo que Magnus tuviera un dolor en su pecho.

- Entonces nos tenemos que cuidar para que esas cosas no pasen... Tenes que confiar en mí... Tenes que creer en mí. Te amo Alexander, quiero lo mejor para vos. Para nosotros.

- Yo también te amo Magnus.. - Dijo Alec que parecía estar bajando todas sus guardias, parecía estar dejando todo, absolutamente todo atrás.

- Vamos a salir juntos de esto, vos y yo... Nadie más...

- Vos y yo... - Le respondió Alec.

Se besaron sellando una promesa no dicha y el tercer día empezó con esperanzas.

Cree en mí (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora