Cree en mí (Malec AU)

◙ 17 ◙

Una semana.

Siete días.

Era todo lo que tenía para recuperarlo, o mejor dicho para no perderlo.

Había pasado uno y Alec no le había hablado ¿Lo estaba castigando? Sentía que ya no le importaba. Sintió una dulce melancolía a cuando lo encerraba, cuando le revisaba el celular o siquiera lo ataba a la cama para hacerle el amor. Ahora ni siquiera lo miraba.

×

El segundo día había empezado y estaban desayunando. Magnus no podía ni pasar su café, se sentía culpable por todo, responsable de los momentos horribles.

- ¿Sentís que te traicione? - Le pregunto pero Alec no respondió. Sentía tanto dolor en su pecho. Tanto. - Alexander... Háblame... - Alec se levantó y se fue, de la misma manera que el día anterior. Tomo sus cosas y se fue.

Magnus se levantó y se fue a la pieza, acurrucándose en el costado de la cama de Alec, dejando expresar lo que su pecho sentía, un terrible odio por sí mismo.

• • •

Cuando Alec volvió eran alrededor de las 18 y a las 19 tenía que irse a trabajar. Lo escuchó entrar y tomarse una ducha. Magnus se sentó en la cama esperándolo, aún llevaba puesto su pijama corto, sin la remera por el calor que hacía.

Alec salió del baño y estaba desnudo, como siempre lo hacía. Paso por la pieza buscando su ropa de trabajo. La camisa mangas cortas con el logo de la rosticería.

- Alexander.. - Magnus suplico poniéndose de pie abrazándolo por detrás.

- ¿Que haces? - Le gritó Alec y lo empujó.

Magnus trastabilló y se cayó sobre la cama. Sintió una adrenalina recorrer su pecho y vio que los ojos de su novio también estaban así. Se acercó a él y lo volvió a empujar, mas suavemente esta vez, dejándose caer sobre la cama. Alec tomó con sus manos el pantalón y se lo sacó bruscamente, tirándolo a un costado.

Magnus se movió hacia el centro de la cama y Alec lo siguió, gateando sobre él, sin dejar de mirarlo a los ojos.

Lo beso. 

Brusco y lleno de deseo. Con sus manos le abrazo por la espalda acomodándolo. Se separó de él mientras sus piernas eran abiertas con su rodilla. El mismo Magnus las abrió mas de lo que Alec lo había hecho, entregándose por completo a él. 

Alec bajo su cadera y acomodo su pelvis penetrando, en que momento había estado erecto, supuso que mientras lo besaba. Empezó a moverse, haciéndoselo sin dejar nunca de hacer lo otro. Mirarlo.

Magnus no pudo sostenerle la mirada por mucho, sus ojos se cerraron por el placer. Sintió la mano de Alec en su cuello apretarse mientras empezaba a hacérselo duro, consiguiendo que el éxtasis le llegará más pronto.

Una vez que acabo sobre el pecho de su amante pensó que se iría, pensó que todo terminaría, pero no fue así. Alec siguió. Su mano se apretó en su cuello mientras la otra le sostenía una de sus piernas por encima de su cadera. 

Y siguió.

Comenzaba a dolerle y abrió los ojos. Alec seguía mirándolo. Y ahí lo noto, sus ojos no eran los de siempre. Estaban algo mas oscuros, parecía como si estuviera ¿Drogado tal vez?

- Alec... - Susurró Magnus como pudo por la mano que aún se sostenía en su cuello. Noto que la mano de su pierna ya no estaba ahí y había traído consigo algo que no había visto antes. Una jeringa. - Alec - Magnus sonaba asustado esta vez.

- Te va a gustar.. - Le hablo. Le respondió. 

Magnus lo miró y se dejó inyectar en su empeine. No era que no hubiera usado drogas alguna vez en su vida pero... Nunca había sentido ESO. Los jadeos no tardaron en llegar, se abrazó a Alec y el sexo se tornó más fuerte. Más violento. Sintió como Alec acaba en su interior tan hermosamente, clavando sus uñas en sus piernas.

Magnus giro a Alec con mucha agilidad y sin avisos ni permisos empezó a hacérselo el. Paso sus manos por sus cabellos y tiró de ellos mientras le besaba el cuello, dejando marcas de propiedad. Sentía tanto placer, tantas ganas de coger a Alec, de acabar en el, de marcarlo.

- Hoy no vas a trabajar. - Le ordenó. Y Alec no contesto, no porque no quisiera, estaba demasiado extasiado por los movimientos de su novio como para siquiera formular palabras.

Puede ser que las cosas se hayan ido un poco al carajo.