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Tres horas echado en el sofá. Lloro. Cuatro horas sentado afuera en silencio. Varios termos de mate, alguna que otra canción triste para sentirse mejor... Negación, tal vez. 

La noche empezó a caer como las lágrimas por sus mejillas nuevamente ¿Que había hecho mal? Lloro. Lo hacía cada vez que recordaba algo ¿Y si se iba? ¿Si simplemente se iba? ¿Quien iba a saber de ellos? 

El pecho le dolió.

No quería llamarla. 

No quería perder. 

No con ella, ni con nadie, ni siquiera con Alec. 

Alec. 

Su moto. 

El sonido se hizo fuerte y se escuchaba más cerca. Pero no se ilusiono, todos tenían motos, en especial los del delivery pero no... Esta entró por la casa y paró delante de él. 

Magnus le miró hasta que se quitó el casco. Eran las 2am, hacía calor.

- ¿Qué hay de comer? - Le pregunto como si nada.

- Fideos salteados - Le contestó Magnus.

- Pidamos unas pizzas mejor... Traje cerveza.

- Genial. Pedilas vos, me voy a bañar.. - Le contestó Magnus quien como si nada se levantó y fue hasta adentro, en un estado completamente automático.

- Te acompaño. - Le dijo mientras le ayudaba a desvestirse por detrás, dejando besos en su cuello, ni quiera había escuchado que lo seguía.

- Me vas a lavar la espalda.. - Le dijo sin preguntar era como si todo hubiera desaparecido, lo escuchaba quitarse la ropa detrás de él mientras encendía el agua.

- Siempre te la lavo amor... - Le beso el cuello de nuevo, Magnus se apoyó sobre él, se sintió completo de nuevo.- Y el pecho también, mientras te lo hago suave como te gusta bajo la ducha...

- Me encanta que me lo hagas en la ducha...

- Y a mi me encanta hacertelo.

Tan fácil era borrar un día malo.

Quedaban dos.

Cree en mí (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora