Cree en mí (Malec AU)

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Alec dormía. 

Llevaba durmiendo casi un día entero, como si se estuviera recuperando de una golpiza. Tal vez algo pasó en la cárcel o algo le dijo Izzy. Su teléfono vibró en la mesa de luz, era una llamada de Izzy. ¿Acaso lo controlaría todos los días?

- ¿Como esta mi hermano? - Pregunto sin siquiera saludar.

- Hola, ¿Como te va? A mi bien... - respondió Magnus.

- Se que no estás bien, no hace falta perder el tiempo en preguntar. Lo siento Magnus pero no tengo tiempo para ser amable.

- Lo se, ha estado durmiendo toda la noche y ya van a ser las 19 y sigue, ¿Que hago?

- ¿Darle comida? Por dios, tanto tiempo sin comer. Ya empezamos mal.

Y corto. 

Le cortó la llamada.

Magnus miró a su alrededor, no entendía nada. Se levanto y tomo algo de dinero de la billetera y salió de la casa con su llave hasta la rosticería. Un paso grande para él, sintió adrenalina al salir así pese a que ni eran 20 metros. Entro y vio que estaban atendiendo el teléfono, espero y la señora ni bien corto el teléfono le sonrió.

- Hola Magnus, ¿Qué pasa cariño? - Era tan amable.

- Quería decirte que Alec estaba enfermo y no podrá venir hoy.

- Oh, sí, me llamó Izzy. Como amo a esa chica...

- Si, es muy agradable. - Magnus rodó sus ojos.

- Es una buena chica, me mando al novio para suplantarlo.. Me dijo que les hiciera comida, ¿La venias a buscar?

- No.. - Magnus empezó a reír y la señora también.- No estaba ni enterado de eso.

- Esta bien bebe, hice un arroz con pollo para ambos. Todo va a estar bien.

La mujer giró en sus talones y fue a buscar el paquete a la cocina, todos eran tan amables que parecía raro, era como si el mundo supiera algo que él no ¿Acaso Alec ya había pasado por algo así? Tomó los paquetes que le daba la mujer, estaban calentitos, recién hechos y volvió a la casa.

Una vez adentro intentó acomodar la mesa con unas velas para que ambos pudiera comer ahí de manera tranquila y mas romantica. Suspiro fuerte y se dirigió a la tarea mas difícil.. Alec. Fue hasta la pieza y Alec ya estaba sentado en la cama, lo miraba fijo. Su mirada era tan descolocada, una que nunca había visto...

- Fui por la cena... - Le comento.- ¿Venís?

- Si... - Le contestó Alec.

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