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Las palabras quedaron resonando en la cabeza de Magnus durante todo el viaje. Ni siquiera había podido besarlo, ni nada. Alguien apareció e interrumpió la conversación. Apretó el helado entre sus manos, no le habían dejado quedarselo ¿Que clase de lugar hacia eso? Tenía tantas dudas, tantas cosas que le pasaban por la cabeza. Se sentía tan solo.

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Un mes después.

- Gracias, disculpen que tarde. - Dijo mientras ponía en su bolsillo los guantes de nylon.- Mi novio tiene una letra horrible...

El tipo se rió mientras otro probaba la droga y ponía el pulgar para arriba.

- Bueno, parece que lo nuestro ya está... No sabía que Alec era puto - le dijo mientras pagaba la entrega de al menos unos 10 kg de cocaína.

- No lo es. - Aclaro contando los billetes que eran bastantes.- Es gay.

- Cierto.. Ahora le dicen así.. - El tipo miró al otro y rodó los ojos.- Entonces ¿Vos te encargas de esto ahora?

- Si por ahora.

- ¿Y dónde está Alec?

- Está internado... Pero sale en un mes.

- Nos vemos Magnus. - Le dijo el otro tipo.

Magnus se subió a la moto. Los conocía de la noche, eran los mismos a los que él le compraba cuando andaba de fiesta. Los saludo con la mano, retirándose del lugar de la entrega.Había cosas que pagar. Era la única forma de conseguir dinero rápido.

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Dos meses después.

Magnus estaba parado frente a la clínica. Tenía puesto unos lentes negros, una camisa negra bordada y unos pantalones ajustados blancos. Apoyaba su espalda en un auto nuevo y brillante. Alec pasó por la puerta y apuró su paso mirando a los costados hasta llegar a él. 

Ambos sonrieron y se tomaron de la mano, Magnus para tomar el bolso y Alec para sacarle el cigarrillo que tenía en la mano. Le dio una pitada y sonrió.

- Libertad. - Dijo Magnus.

- Oh sí, libertad... - Le contestó Alec.

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Cree en mí (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora