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Magnus puso la última pintura que tenía en una de sus cajas especiales en la puerta y miró a Alec que no paraba de guardar libros en cajas. Tomó una botella de vino de la mesada y la destapo, sirviendo en ella dos copas hermosas que aun no guardaban.

- Toma amor. - le dijo alcanzándole la copa.

- Gracias amor... - dijo tomándola y mirándolo algo cansado.

- ¿Deberíamos dejar por ahora no?

- No, no.. Tenemos que terminar hoy si o si para poder irnos mañana...

- Si bueno el tipo este al que le vendí los cuadros los retira en un rato, y después llevamos los libros a la biblioteca..

- Si ya hable con la chica.. - Alec se acerco y acaricio el rostro de Magnus que lo inclinaba a su tacto.- Quiero irme ya...

- Yo también.. Me imagino la cara de esos idiotas y.. - Magnus empezó a reír al igual que Alec, pensando en lo que habían planeado.

×

El hombre vino y observó las pinturas al igual que observaba a Magnus. Parecía encantado con ambas cosas y Alec estaba seguro de que si podía llevarse todo lo haría, lo entendía, Magnus era precioso. Camino hacia ellos con tranquilidad, hablándole del viaje que tenían planeado, Magnus soltó unas risas divertidas como si fuera un chiste privado.

El hombre les dejo la plata y algo extra por el trabajo realizado en tan poco tiempo y se retiró, con la panza llena de vino y las manos ocupadas en cuadros. Magnus tomó la plata y una vez que entraron a la casa, caminó hasta la pieza y la tiró por encima de la cama. Alec lo miró mal por el desorden pero la sonrisa de Magnus le provocó muchas cosas mejores.

Puede que hayan hecho el amor sobre el dinero. Puede que no. 

Lo mas seguro es que si, Magnus atraía a Alec de una manera envidiable para cualquier mortal.

×

Luego de (puede como que si como que no) dejarse consumir por el placer y juntar los billetes, mejor dicho limpiarlos, fueron hasta el registro civil, donde un juez al cual Alec le solía vender drogas, por unos billetes les dejaba hacer lo que querían hacer.

Casarse.

Pero no solo eso, también cambiar de identidad, el primer paso del plan maestro.

- Alec Banewood - Dijo el hombre que estaba sentado en su oficina junto a ellos, le entregó su nuevo documento de identidad a Alec, un carnet de conducir nuevo y una libreta de casamiento.- y el otro será Magnus Banewood. - le entregó a Magnus su nuevo documento por igual.

- Gracias por esto de verdad. - Le contestó Alec.

- Hey.. Todos tenemos algo de que escapar, no hay problema.

Cuando salieron de ahí ambos se besaron y abrazaron, lo habían conseguido eran otras personas y nunca más nadie los podría buscar o molestar.

Estaban a un paso de ser L I B R E S.

×

Una vez en la casa, tomaron sus valijas y las cargaron en el auto que la mujer de la rosticería les prestó. Se dieron abrazos y besos, ella los quería más que sus hijos.

- Le dejo la moto y por la casa ya sabe.. Tiene un nuevo inquilino que vendrá entre esta semana y la próxima...

- Alec, ya me explicaste mil veces. Se donde tengo que mandar el dinero y todo. Quédate tranquilo. ADEMÁS! Me donaste la rosticería.. Para mi eso vale oro pequeño.

Magnus los miraba a ambos desde el asiento de acompañante, miró la casa que tantos recuerdos guardaba y sintió una nostalgia por cómo todo había sido, por los malos y buenos momentos también. Por todo, ya que todo era parte de ellos, de su historia..

Alec terminó de hablar y subió al auto. Le tomo la mano a Magnus y se dirigieron a donde vivirían el resto de sus vidas, juntos y en libertad.

×

Aeropuerto de bariloche

Un hombre tiene el letrero de con el nombre Alec Lightwood. 

Espera en el horario que le dijo pero este no viene. 

Se queda para el siguiente avión por las dudas pero este tampoco baja. 

Comienza a llamar al numero que le habían dado y el número, ya no estaba en servicio.

×

Pasan dos meses y la bella Isabelle se cansa de que Alec no le conteste sus llamadas, al igual que Magnus así que decide aparecerse en la casa. Un chico abre la puerta, tenía lentes y era delgado. Estaba claramente nervioso por la belleza de Izzy.

- ¿Y vos quien carajo sos? - le dice algo violentada.

- Soy Lewis, Simon Lewis. - le contesta y extiende la mano pero Izzy no se la toma.

- No entiendo.. ¿Dónde está mi hermano?

- Ah, ¿Vos sos Izzy? - esta lo mira extrañada - Pasa.. Tengo una carta para vos.

- ¿Para mi? ¿Es una joda esto? - Entró a la casa y se quedó shockeada, estaba decorada de una manera tan hermosa. Tenía un mural de una ciudad en una pared y alfombras hippies por todos lados.

- Si toma.. - Le entregó la carta, era un chico apuesto y sonriente. Izzy la tomó y la abrió, sentándose en ese hermoso sofá.

◙ ○ ◙

Izzy: 

Lamento que no te conteste las llamadas ni nada. Hemos tomado la decisión con Magnus de irnos de este lugar. De alejarnos de todo lo que en algún momento nos hizo mal. Esta casa, el trabajo y las familias. No necesitamos nada mas que a nosotros mismos.

No quiero que te preocupes, de verdad estamos bien. Magnus es todo mi mundo y jamás haría algo para lastimarlo o hacerlo infeliz, eso ya lo entendí. Lo amo mas que a mi vida.

Espero que sepas entendernos y por favor... No nos busques, estamos bien te lo prometo. Mandale saludos al papa de Magnus si lo ves y no trates mal a Simon.

AtteTu problemático hermano.

◙ ○ ◙

Izzy miró a Simon con los ojos llorosos, este le ofrecía un té.

- Supuse que sería triste así que te hice un té mientras leías...

Izzy lo tomó y empezó a llorar, Simon se sentó junto a ella para confortarla y ella lo dejo. Se abrazó a él dejándose sentir la despedida de su hermano.

FIN

Cree en mí (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora