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Faltaba tan poco para el día que Isabela vendría. Era sabia y bicha, no había mandado ni siquiera mensajes, tal vez estaba muy segura de que ganaría y se llevaría a Alec. 

Alec estaba algo enfermo, tal vez por no consumir o por haber consumido, se la había pasado en cama todo el día. Magnus quería salir y comprar cosas, quería salir a tomar algo... a vivir.

- ¿Amor? - Se adentro en la pieza y Alec estaba con el celular.- Estas mejor veo..

- Si, dormir me hizo bien... - Le extendió la mano para que se acercara y eso hizo, se la tomó y se echó a su lado.- ¿Hiciste de comer?

- No, no hay nada para cocinar.. Tengo que ir a comprar ¿Me das plata? - Alec se lo quedó mirando por un largo minuto y Magnus se sintió incómodo.

- Si agarra, esta en el lugar de siempre Magnus...

- Si ya se pero... - Acarició el pecho de Alec, porque era tan hermoso, era difícil tomar decisiones.- No quería agarrar sin permiso.

- ¿Que vas a hacer de rico? - Cambio de tema.

- Unos fideos salteados...

- Que rico, me gusta... - Se acerco y beso los labios de su novio. Un beso suave y con un gusto amargo. Como si fuera a despedida. Cuando se separó se quedó mirando sus ojos y Magnus sintió su piel erizarse.- Hey... - Le contestó cuando este lo abrazo.- ¿Que pasa?

- Te amo... - le susurró Magnus en ese abrazo extraño.

- Yo te amo mas... - dijo Alec.

Tomó el dinero del cajón y dejó la pieza detrás de sus pies, agarró las llaves y se dispuso a ir hasta la puerta. Giro y miro la pieza, Alec estaba mirando su celular. Sintió algo en su pecho que hizo que tomara las llaves de Alec y se las guardara en el bolsillo. Se sintió un psicópata pero, había que hacerlo. Salió de la casa y con sus llaves cerró todo. 

- Magnus! - le comento la mujer, dueña de la rosticería que lo vio pasar, volviendo del supermercado. - ¿Pudiste pagar?

- Si... - le contestó extrañado, que pregunta rara pensó.

- Menos mal! - Y se lo quedó mirando, miro a otro lado, como buscando a alguien pero Magnus no le presto atención.

Abrió la puerta de la casa con rapidez, todo estaba igual, dejó las bolsas en la cocina y apurado corrió hasta la pieza...

Para su horrible sorpresa.

Alec no estaba.

Cree en mí (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora