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Las semanas pasaron tranquilas y por un lado tensas. Magnus lo único que quería hacer era subirse a su novio y cogerselo o mejor, que él se lo cogiera como le había prometido. Pero eso no pasaba.

- Son 10kg como la ultima vez mas los 10kg de la próxima. - Le dijo Alec y el tipo ni la probó.

- Me alegro que hayas vuelto, sos el único que siempre entrega a punto. - Le paso el dinero y Alec lo guardo sin contarlo. - ¿Cómo está Magnus?

- Esta bien. En casa.

- ¿No lo dejas salir más? - El tipo que estaba junto a él empezó a reír. Pero Alec lo ignoro completamente, su comentario no lo traía buenos recuerdos.

- Se encarga de la venta más.. ¿En bares no? - Le preguntó el hombre con el que si hablaba.

- Si está haciendo unos recorridos en las noches. Tiene contactos.

- Están trabajando mucho.. ¿No queres un trabajo mas.. interesante?

- No. Estamos ahorrando para un viaje así que ya sabes, vas a tener que buscarte otro por un tiempo.

- Oh.. Que pena eso, sos mi favorito.

- Tengo un par para recomendarte si queres. - le contestó Alec sin ganas.

- Si vienen de tu parte, seguro.

Quien dijo eso de que los asuntos de drogas eran siempre violentos, con armas cuchillos y demás. No era así con esos tipos. Había respeto. Alec los saludo con la mirada y se fue acelerando exageradamente con la moto.

• • •

- Hoy se cumple un mes desde que saliste de la clínica..

- ¿Si? No me había dado cuenta. - Miro el almanaque que había hecho Magnus para tachar los días. Su sentido de humor era todo lo que quería en su vida.

- Qué te parece si.. - Se le tiró encima sutilmente.

Alec estaba echado sobre el sofá, leyendo uno de esos libros inútiles de autoayuda que servían mucho aun que los odiara. Magnus estaba caliente.

- Amor.. - Alec le tomó el rostro y lo observo, sus perfectos ojos dorados parecían oscuros, llenos de deseo.- Quiero esto pero..

- Esto es violencia ¿Sabias? No darle placer a tu pareja. No dejar que.. - Magnus no pudo terminar de hablar, Alec lo había volteado y tomado sus pantalones.

- Vamos a hacerlo como la primera vez... - Lo desnudo como si fuera profesional en desnudar personas rápidamente y sin fuerza. Magnus se lo quedó mirando.- Me hiciste un baile erótico y te desnudaste...

- ¿Que? Yo no.. - Magnus estaba a punto de decir lo suyo pero de la nada Alec empezó a bailarle y quitarse la ropa. No iba a sobrevivir mucho.

- Después empezaste a chupármela y después me rogaste... - Magnus lo interrumpió con un almohadonazo.

- Eso es violencia...

Ambos empezaron a reír, pero las risas se transformaron en besos y de besos pasaron a mas. Primero las caricias con fuerza, sosteniéndose el cuerpo mutuamente. Luego se sentaron uno frente al otro pasando las piernas para el otro lado, Magnus por encima de la cintura de Alec, dejando libre su entrada.

- Me encanta esta pose...

- A mi me encantas vos.. - susurro Alec que le abrazaba y besaba el cuello.

- Cuando nos vayamos a Bariloche y seamos reyes allá.. - Alec lo penetro y abrazo por la cintura mientras hablaba y ya no pudo hablar más.

- Si.. Mucho de esto.. - Le susurro en los labios y ya nada mas se hablo.

Magnus estaba tan apretado y podía sentir el dolor, pese a haberse preparado previamente esa mañana, no había nada que se comparara a lo real. Alec se movió lento y lo torturó hasta que no pudiera ni mantener la pose. Casi media hora después acabó con fuerza dejándose caer sobre la cama.. Pero Alec no tenía intenciones de que ese fuera su único orgasmo. Iba a ser una larga noche de sexo.

×

El teléfono comenzó a sonar. Magnus estaba durmiendo plenamente, tan satisfecho por lo vivido con su pareja que nada le podía interrumpir en su descanso.

- ¿Hola? - Alec atendió la llamada como si nada.

- Hola, ¿Hablo con Alexander Lightwood? - dijo la misteriosa voz de un hombre.

- Si soy yo.. ¿Quien es? - Dio vuelta las mini tortillas que estaba preparando para ¿Cenar? Ni sabia que hora era, pero si sabia que era la comida preferida de Magnus.

- Hey, soy tu contacto. No puedo decirte mucho por teléfono pero voy a ir a buscarte al aeropuerto. Tu pareja ya tiene trabajo me comentaste..

- Si, el no tiene nada que ver, el padre lo manda.

- Ah okay ¿Lo tenes controlado?

- ¿A qué te referís con eso? - Alec puso cara de pocos amigos mirando hacia la pieza.

- Me refiero a que no sabe nada...

- El sabe todo, yo no le miento...

- Ah.. Bueno, no me meto en cosas de parejas..

- No parece... - Alec levantó una ceja apagando el fuego y empezando a servir la comida.- Bueno ¿Es todo? No tengo interés de hablar con mensajeros.

- Opa.. Bueno. - El hombre hizo una pausa.- Perfecto.. Nos vemos entonces.

- Si okay.

Alec corto la llamada, nada odiaba más que le dijeran que hacer o con quien tenía que hablar. Definitivamente tenía que deshacerse de esa situación, no quería que nadie se metiera en su negocio o mucho peor, con su Magnus.

Dejo el celular en la mesada y se dirigió a la pieza a estar con su pareja. Era la "última cena" antes del viaje, que poético eso. Sonrió encendiendo la luz de la pieza haciendo que Magnus se desperezara sobre la cama mirando con felicidad, más a la comida que a él. 

Alec sonrió mientras se sentaba en la cama, pasandole una taza de té a Magnus que por primera vez en mucho tiempo se sentía el hombre mas feliz del mundo y se le notaba en el rostro.

- Me encanta como quedas despues de una buena cogida.

- Vos tambien quedas muy bien.. - Los dos rieron. 

Enamorados.

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Cree en mí (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora