Capítulo 1

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Corro como si de un maratón se tratara, me siento sofocada, necesito una ducha urgente, el calor de mi provincia me está asando completamente, dentro de poco pareceré un pollo desnutrido y rostizado

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Corro como si de un maratón se tratara, me siento sofocada, necesito una ducha urgente, el calor de mi provincia me está asando completamente, dentro de poco pareceré un pollo desnutrido y rostizado. Abro la puerta veloz y sigo enfocada en mi meta cuando alguien me detiene.

-¿Dónde crees que vas tan rápido y sin saludarme? -Mi padre alza las cejas ladeando su rostro, mientras espera mi beso en su mejilla.

Me coloco de puntillas y mis labios rozan las mejillas de mi padre en un sonoro beso. No debe haber llegado hace mucho tiempo.

-Iba a ducharme, el calor me está matando, papá -respondo.

-Vale, pequeña. Ve, cuando regreses ya estará el almuerzo -me avisa él mientras se coloca su "sombrero" de chef.
Siempre dice que eso le da el buen sabor a los alimentos, que es su toque mágico para los platillos que prepara.

Subo las escaleras en dirección a mi habitación, tampoco puedo tardar mucho ya que debo regresar a la Universidad, estudio Administración de empresas. Es una carrera que me gusta muchísimo ya que, sueño con ser una emprendedora y tener mi propia empresa.

No voy con el orden que tiene la sociedad, el cuál es: estudiar, ser un profesional, trabajar para un jefe, casarse, tener una familia y envejecer.

Realmente no me parece, me gusta ser la diferencia, soy soñadora, romántica, luchadora y nunca me dejo caer por nada.
Soy Natzareth Benavent Gil y esta es mi historia.

Desecho mi atuendo transpirado, cuando les digo que está haciendo un calor del demonio, no les miento. Amo mi provincia pero su calor de vez en cuando es insoportable.
Claro, es un clima normal para un puerto, orgullosamente soy de Puerto Limón, Costa Rica. Donde el mar nos rodea y el viento nos acompaña cuando cerca nos encontramos, tenemos un muelle, una cultura inigualable.

Me introduzco a la ducha y comienzo a suspirar de alivio, amo el agua en este momento, es un gran alivio para el cuerpo en realidad, te refresca, aunque muchas veces aunque se bañe, el cuerpo comienza a sudar de nuevo y es tedioso pero es parte de la vida, ¿cierto?

Deslizo el jabón por cada centímetro de mi cuerpo, amo el olor a uva que desprende en mi cuerpo, hasta que llego a mis pechos, y es en ese momento donde siento algo redondo en el interior inferior de mi pecho derecho, abro los ojos asustada, vuelvo a tocar con mis dedos para cerciorarme de que no es una alucinación, pero allí de nuevo se siente, se siente eso que me da pavor y es cuando todo tiene sentido. Los dolores que he sentido han sido por ello.

Niego con la cabeza.

-Esto no puede ser posible -susurro para mí misma.

Los recuerdos entran de lleno en mi cabeza haciendo doler mi corazón, las lágrimas comienzan a deslizarse por mi rostro.

Primer recuerdo.

El diagnóstico de mi madre.

Segundo recuerdo.

Cerca del cielo. ©️ #GA2018 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora