¿Qué pasaría si un día estuvieras dándote un baño y sientes una masa circular y de un tamaño no adecuado en alguno de tus pechos?
Miedo. Miedo es lo que sintió Natzareth aquella tarde en que abrió paso a dos caminos.
Dos caminos que la pueden hacer...
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☁️Narra Natzareth☁️
Lucha por lo que quieres, porque más de dos oportunidades, no se encontrará tan fácilmente.
Creo que hice lo correcto. No puedo negar que la cercanía de Allan me pone a mil pero basta de debilidades, basta de demostrar mis puntos vulnerables o más bien, mi punto vulnerable es él, aunque no quiera aceptarlo. Allan tiene su camino y yo debo seguir el mío, tiene una vida hecha con ella y yo no puedo destruirla, simplemente no quiero ser ese tipo de persona. Le agradezco que me haya ayudado con lo de mi padre y por ello, le agradecí pero debía colocar un límite o todo sería un desastre y no quiero dramas en mi vida. Me siento agotada.
Cuando eche a andar mis piernas, levanto mi brazo izquierdo fijandome en la hora. 4:00 p.m. Aún tengo tiempo para ver más a mi padre si obtengo el permiso de UCI, como esta zona es tan restringida, sólo diez minutos se puede lograr ver al paciente. Si estuviera en sala normal, podría haberlo visto una hora.
Le envío un mensaje a Baricevik.
Natza💞: Mi padre está en cuidados intensivos, tuvo un paro cardíaco. Te espero.
Perrona barata👭: En cinco llego.
Mientras espero a Baricevik, hago la fila para que ambas veamos a papá. Ella se ha encariñado con él desde más chicas, es como su segundo padre por así decirlo. A menudo, realizamos pijamadas hablando por horas de cualquier estupidez o tema que surja en el momento. También he dormido en su casa pero su padre Don Luis es un poco reservado, solo me saluda, me pregunta sobre temas triviales y hasta ahí llegó la conversación. En cambio, Doña Yesenia es distinta, es una rubia que se mira muy joven en comparación a la edad que realmente tiene, además tiene una personalidad extraordinaria y segura de sí misma, tal como Andrea.
Y en cinco minutos exactos, la veo entrar por esa puerta con una expresión de preocupación y aflicción, me busca por todo el lugar hasta que nuestros se encuentran, en seguida nos adentramos en un afectuoso y duro abrazo.
-¿Cómo está? -Es lo primero que pregunta cuando nos separamos del abrazo.
-Estable -Ladeo mi boca -. Su corazón está debilitado y bueno, ya no será el mismo -Evado que vi a Allan, creo que ella me daría un golpe si se entera que lo abracé.
-¡Dios! -exclama soltando el aire contenido-. Gracias a Dios que está estable, Natza. Estará mejor y pronto lo tendremos en casa -Frota mi brazo con una sonrisa motivadora.
Después de habernos quedado una hora esperando que la fila disminuyera, maldecimos cuando nos damos cuenta que el tiempo de citas ha terminado y tendremos que regresar mañana en la mañana.
-¡Vamos anímate! Mañana podrás verlo de nuevo.
-Mañana suena a eterno -expreso con pesar.
Ella rodea mi cintura y yo la de ella. Caminamos hacia la parada de autobús, es un poco estúpido pero a ella se le ocurrió la idea de caminar ambas con el mismo pie, al mismo tiempo.
