Capítulo 23

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Toda tormenta tiene un arcoíris pero a veces no suele verse de ninguna manera

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Toda tormenta tiene un arcoíris pero a veces no suele verse de ninguna manera.

No me da tiempo de ni siquiera llorar, solo corro, corro hacia afuera a la búsqueda de un taxi, en el primero que se detiene, me adentro desesperaba para cerciorarme de que todo es una pesadilla y que nada de lo que me ha sucedido sea cierto, ruego porque lo sea.

El corazón se ha detenido, no siento las palpitaciones, siento como mi cuerpo se ha vuelto inerte. Creo que escuchar esas palabras me ha detenido lo que me quedaba de corazón. Yo solo quiero despertar, me siento cada vez más débil. No puedo soportar tanto y menos que sea mi padre, con él no. Es lo más sagrado que tengo en la vida.

Mi vida se está cayendo en segundos y ya no soporto tanta mierda.

Le pago al taxista y me dirijo rápidamente al hospital, al sector de emergencias. Se encuentra un guarda en la puerta y me detiene.

-Muchacha no puede entrar -me informa.

-Por favor, mi papá dentro y no sé nada él, necesito saber que está bien -le ruego con preocupación.

-Lo siento. Debe esperar a que le avisen cómo está.

Las lágrimas comienzan a salir y retrocedo con miedo, con desesperación. Camino hacia la ventanilla de información.

-Buenas tardes. Geovanny Benavent Collins.

-Buenas tardes. Deme un momento para consultar en el computador -Asiento y ella teclea-. El señor fue ingresado a emergencias pero no hay más informes.

-Gracias -respondo con decepción y nerviosismo.

-Con gusto -se despide.

Más lágrimas recorren mis mejillas sin saber qué hacer, necesito verlo de alguna forma. En este hospital hay muchas restricciones, solo se puede ingresar a piso con un permiso que es 10:00 a.m a 11:00 a.m o de 4:00 p.m a 5:00 p.m. Y si no es con algún permiso no podré saber cómo está. Me siento abrumada. Solo me queda una cosa por hacer.

Camino hacia la otra entrada y me encuentro a otro guarda.

-Buenas tardes. ¿Para dónde va? -me consulta.

-Necesito ver a mi padre, no sé cómo está y vengo de muy largo. Yo... necesito verlo, no sé si podré verlo más. Por favor se lo ruego, él está en piso y no he tenido tiempo de sacar permiso-le imploro con lágrimas.

Sé que algunas cosas son mentiras pero todas las formas de poder entrar son válidas. Es mi padre el que está adentro.

El semblante del señor muestra compresión y creo que se ha conmovido.

-Por favor -susurro.

Suelta un suspiro y asiente.

-Vaya, sólo no tarde mucho, por favor.

Cerca del cielo. ©️ #GA2018 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora