Y cuando menos te lo esperes, sucede.
Mi pecho se infla de felicidad al adivinar de quién se trata, sólo hay una persona en el mundo que me llama de esa forma.
El doctor guaperas.
Y para ser honesta, pego un gritillo de emoción luego, respiro hondo y me calmo. Sin embargo, la sonrisa en mi rostro no se deshace.
Vuelvo a mirar el hermoso mensaje en mi teléfono.
☁️Narra Allan☁️
He atendido miles de pacientes este día, me siento agotado. Amo mi profesión, es algo que me mantiene vivo, ayudar en la recuperación de seres humanos, es algo que haré hasta que sea el último día de mi vida pero a veces sobrepasa mis fuerzas y termino exhausto.
Tres semanas y media. Tres semanas y media que no dejo de pensar en ella.
Sólo deseo una cosa: Que aparezca por esa puerta por alguna razón.
Cuando dejo de atender al último paciente, termino de guardar los archivos en el computador y aparece su rostro en mi mente.
Suspiro profundamente, paso la mano por mi cabello, es una maña cuando estoy exasperado. Y la pregunta es ¿por qué? Para ser sincero, extraño llamar su nombre, verla entrar con aquel espíritu de vida y felicidad, su sonrisa, su sentido del humor. Natzareth siempre es una buena compañía. Y extraño reír, reír con ella.
Es tan extraña la necesidad de verla, deseo tener su compañía. Pienso en qué hacer, cómo podré contactarla si ni siquiera tengo su número de teléfono.
¡Joder! Tampoco quiero parecer un acosador pero no deja de pasar por mi cabeza
Natzareth tiene una increíble personalidad, es veraz, intrépida, inteligente y sobre todo hermosa. Desde el primer momento que la vi, no pude pasar por alto su belleza, fue algo inevitable.
Y en cuanto la conocí, me gustó su manera de ser. Siempre positiva ante cualquier adversidad, pude percibir la gran fortaleza que posee en su poder, algo que quisiera tener.
Pienso, pienso y pienso más.
¿Lo hago o no lo hago?
¿Haré mal?
Me debato en mi interior pero al final de cuentas, decido arriesgarme. Es un riesgo muy grande porque me estoy jugando mi puesto, es algo que no se me está permitido ya que, me pueden acusar de acoso pero es algo que no me importa tanto. La necesidad de volverla a ver es más fuerte que yo mismo.
Busco en el sistema de mi computadora y coloco su nombre completo para buscar su información, aquí debe estar su número de teléfono. En cuanto me sale su expediente virtual, ingreso a la información básica y ¡bingo! Aquí está.
Sonrío mientras lo apunto en mi teléfono, guardo su contacto como Señorita Benavent.
Entro a la aplicación de WhatsApp y busco su nombre. Sin embargo, no tiene foto pero ya pronto podré verla.
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Cerca del cielo. ©️ #GA2018
Romance¿Qué pasaría si un día estuvieras dándote un baño y sientes una masa circular y de un tamaño no adecuado en alguno de tus pechos? Miedo. Miedo es lo que sintió Natzareth aquella tarde en que abrió paso a dos caminos. Dos caminos que la pueden hacer...