¿Qué pasaría si un día estuvieras dándote un baño y sientes una masa circular y de un tamaño no adecuado en alguno de tus pechos?
Miedo. Miedo es lo que sintió Natzareth aquella tarde en que abrió paso a dos caminos.
Dos caminos que la pueden hacer...
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Y el amor puede ganar.
Mis ojos comienzan a cristalizarse, cierro los ojos y las lágrimas comienzan a salir, coloco ambas manos en mi boca. Lo que mis ojos contemplan es algo que nunca imaginé, es de sueño.
-¿Podría concederle la pieza a este estúpido hombre, señorita Benavent?
Abro los ojos observando su mano que se tiende hacia mí y mis oídos perciben aquella canción que jamás olvidaría.
Porque aquella noche fue perfecta.
Levanto la mirada hacia sus ojos y nos conectamos al instante, más lágrimas salen pero le tiendo la mano. Me guía hacia un costado de la campaña hecha de madera, decorada con luces que iluminan la noche en la playa, ademas ya la luna también nos acompaña.
Bailamos al son de Perfect e inmediatamente mi mente se traslada al día en que bailamos por primera vez, en la que se preocupó por mí y pude topármelo fuera de las instalaciones del hospital. Donde por primera vez tuve la dicha de tenerlo cerca de mí.
Sus manos se posan en mi cintura y las mías en sus hombros.
-Perdóname Natza. Nunca quise hacerte daño. Yo debo explicarte lo que sucedió -murmura y nuestras miradas se vuelven a conectar al levantar la mirada y retirarla del mar y aun más, cuando escucho la oración que sale de sus labios.
Asiento como respuesta.
Quiero saber la verdad, sea cual sea. Creo que es hora de escucharlo, siendo sincera durante el tiempo que recorrió, pude pensar muy bien las cosas y decidí que si alguna vez quería explicarme lo que sucedió porque nunce le concedí el acceso de escucharlo, porque me sentía enojada con él, conmigo misma.
-Nunca fue mentiras que te quiero, esa fue la única verdad pero le hice una promesa a mi padre antes de morir y por ello, me comprometí con Ross pero antes de que aparecieras, los sentimientos seguían igual hacia ella. Trate con todo mi ser pero nunca pude enamorarme de Ross. Sólo le tenía cariño y quizá me lo repetía para poder creerlo pero sólo fue una mentira. Cuando te vi por primera vez, todo cambió, sentí lo que nunca logré sentir por nadie en mis veinticinco años y conforme pasaba el tiempo, más se intensificaban mis sentimientos hacia ti. Sé que cometí el error de no decirte la verdad y seguir con Ross pero a la misma vez, sentía que no le podía fallar a mi padre porque fue su último deseo. Era mi padre o tú. Me sentía la persona más asquerosa del mundo andando con las dos pero me di cuenta que todo cae por su propio peso. Días pensando que era lo mejor pero pesimo me sentía al estar lejos de ti, me sentía confundido, sin dirección y fue cuando decidí terminar con todo esto. Mi padre está muerto y él siempre quiso la felicidad para mí, sé que lo entendió y sabe que mi felicidad eres tú. Y necesito que me perdones -Baja el tono de su voz cuando termina la frase y unos segundos después termina la canción.
Realizo un suspiro bajando la mirada.
¿Debo perdonarlo? ¿Sería lo correcto después de lo que hizo?
