Cuando piensas que todo acaba, puede surgir de nuevo.
-Y tú, ¿para dónde vas? -pregunto con los brazos cruzados elevando una ceja.
Su rostro debe ser un poema, quizá creyó que no me encontraría en casa cuando hiciera su cometido. Se ha puesto blanco porque nunca se esperó que lo agarrara con las manos en la masa.
Desde hace unos días, él cree que no me doy cuenta de sus salidas cuando espera a que esté dormida. Lo he dejado pasar las veces anteriores porque es un adulto, ya es un hombre hecho y derecho, siendo su hija no puedo estarlo cuestionando cada vez que desee porque se supone que él es el padre. Debo tenerle respeto, así como a sus decisiones pero el verlo muy bien vestido, el perfume se traslada por cada uno de los rincones de la casa, hasta se ve bañado. Me parece raro y la curiosidad me mata.
Su rostro lo único que demuestra es asombro y nerviosismo, además sus manos detrás de su espalda en movimiento me lo confirma.
-Eeeh...
-¿Eeeh? -Lo incito a continuar.
Sus hombros rectos se encorvan, aparta una mano de su espalda y la desplaza por su castaña cabellera.
-¿Qué sucede papá? ¿Por qué no hablas? -Cambio de pierna para que el peso recaiga sobre la otra ya que, la anterior se ha cansado de la espera-. ¿Saldrás con tus compañeros? -Le ayudo a responder.
Su mirada, en el tiempo en el que llevamos tratando de mantener una conversación, no se ha encontrado con la mía por lo que me confirma aún más, que quiere evadirme, me quiere mentir, no me quiere contar lo que está haciendo y la pregunta es ¿Por qué?
Asiente con la mirada ladeada.
-¿Acaso me crees tonta? -inquiero incrédula.
Desde que tengo memoria, él ha sido mi mejor amigo, no tuve la posibilidad de ser una chica normal, lo habitual es que las madres sean las mejores amigas de las chicas, nada en mi vida es normal porque tuve que aprender que mi padre trataría de ser la madre que me faltaría pero del todo no puede serlo aunque quiera, porque el lugar que ocupa la madre, son inigualables, son solamente de ellas.
Se ha esforzado tanto que en serio lo ha logrado en la mayoría. Desde chica le he contado la totalidad de mis experiencias pero se siente tan raro, me siento un poco traicionada al no recibir la misma confianza de su parte. Nunca lo juzgaría, es el hombre que más amo y entendería todo lo que él haga, incluso los actos que podría llegar a cometer, siendo malos o que lo podrían hacer feliz, lo apoyaría en lo que él quisiera, porque se merece el cielo, se merece lo mejor del mundo.
Pasar la mayoría de su tiempo criando a una niña, una chica y ahora una mujer, casi la generalidad de su vida, debería sentirse satisfecho al final de todo porque lo logró. Y por ello, debo ser consciente que aparte de ser un padre, es un hombre, un hombre que también necesita ser amado, que desde que murió mamá no ha tenido a nadie que esté a su lado, haciéndolo sentir especial. Ahora que tengo veinte años puedo ver claramente que tiene el derecho de conocer a mujeres y por eso decido hacerle la siguiente pregunta:
ESTÁS LEYENDO
Cerca del cielo. ©️ #GA2018
Romance¿Qué pasaría si un día estuvieras dándote un baño y sientes una masa circular y de un tamaño no adecuado en alguno de tus pechos? Miedo. Miedo es lo que sintió Natzareth aquella tarde en que abrió paso a dos caminos. Dos caminos que la pueden hacer...