"¡Animémosla!"

67 8 2
                                    

George

Escribo los apuntes que Snape ha puesto en la pizarra.
O bueno, los escribo a ratos.
Porque mis pergaminos están llenos de dibujitos de Rosie, otros de Rosie y yo, y otros de palabritas ñoñas y de amor.
He intentado dibujarme a mí y a Rosie besándonos, pero en vez de eso, me ha salido una chica con una especie de retraso severo y un chico con lengua de rana y birollo.
Suspiro.
La echo de menos...
Y no entiendo que es lo que ocurre...
¡Lleva una semana sin venir a clases!
¿Y sabéis lo peor?
¡Nadie sabe nada de ella!
¡Ni siquiera Justin, su "mejor amigo"!
Estoy realmente preocupado...
-Fred... -susurro.
-¿Qué quieres, pesado?
-Es que...
-Es por Rosie, ¿verdad?
Asiento, con carita de perro triste.
-Jolines, George, Rosie estará...
-¿Dónde? Porque no va a ninguna clase. Ni con nosotros, ni con Ginny, ni con Hufflepuff, ni con el trío. ¿Dónde crees que estará, Fred?
El me mira, pensativo.
Sé perfectamente que él tampoco sabe donde puede estar.
-Freddie, puede parecerte una tontería, pero estoy realmente preocupado...
-Siempre podemos preguntarle a su abuelo, Georgie, y no, no me parece una tontería. -me da palmaditas en el hombro y yo miro de reojo mis apuntes.
-Si su abuelo no sabe donde está...
-Deberíamos hacer algo, entonces.
Asiento, sonríente. Chocamos los puños y hacemos una mini explosión, bastante cómica la verdad.
-Señor Weasley... -Snape aparece delante de mí y yo sonrío, como un angelito. Él me mira con asco y coge mis apuntes de mala gana. Los mira por encima y frunce el ceño.
Yo me pongo colorado.
-Bonitos apuntes, Weasley. -me gruñe.- No sabía de su romance con la señorita Pérez. Ni de sus dotes... Artísticos. -la gran mayoría de la clase ríe y yo sonrío a modo de disculpa, emcogiéndome de hombros.- La verdad, debería esperar un poco más para tener... Uno, dos, tres, cuatro... -comienza a contar lo que, adivino, son nuestros futuros niñitos.- Ocho hijos. ¿No es usted un poco joven? -la clase vuelve a reír.- Hágame un favor, no tengan más Weasleys pequeños, por favor, bastante harto estoy de ustedes... Veinte puntos menos para Gryffindor... -Fred intenta no reírse cuando Snape nos da la espalda, y no me espero que rosme lo siguiente:- Y cinco menos por la falta de talento en el dibujo.
Ahora sí, todo el mundo se ríe.
<<Así que... ¿Esto es lo que experimenta mi ciruela? Menudo ardor tengo en las mejillas, Merlín... Creo que se me va a asar la cara como dos pares de chuletones...>>
-Es que son horrorosos... -dice Fred mirando para mis dibujitos.
-Oh, cállate... -le doy un golpetazo con el libro y miro para toda la clase,que nos miran con curiosidad.
Bueno, me miran a mí.
-La verdad, has dejado a muchas chicas chafadas... Mira.
Fred me señala algunas chicas que, en efecto, tienen una cara de chasco tremenda. Sobretodo una.
-Oh, oh...
-Angelina... -susurro.
Me mira con odio.
La he cagado.
-Fred.
-Dime, George.
-Tenemos que encontrar a Rosie como sea.
-Tengo una idea para ello, querido hermanito...
-¡USTEDES DOS, CAYÉNSE!
Miramos a nuestros libros, en seguida, y se vuelven a oír risas.
<<Maldito Snape...>>

-¡POR FIN! Como odio esta clase, Freddie, ¡quiero irme ya de aquí!
-¿Y abandonar a tu novia, Georgie?
-Eh... Mm. -vuelvo a pensar en ella. ¡En serio, ¿dónde se ha metido?!
-No te preocupes, George. Ven, vayamos a un lugar solitario. Se qué podemos hacer.
-¿El qué, Feorge?
-Ya lo verás, Gred. Por ahora vayamos.
Caminamos hasta llegar a un pasillo solitario y escondernos en un aula abandonada.
-Muy bien. ¿Por qué no conjuras tu patronus y le dices lo mucho que la quieres? Estoy seguro de que lo recibirá, y es lo suficientemente lista como para conjurar ella uno.
-¡Sí! Claro, ¿cómo no se me ha ocurrido? ¡Los patronus también sirven para mandar mensajes!
-Es que George, además de ser el más guapo, soy el gemelo más inteligente...
-Como quieras, pero yo tengo a una novia hermosa y tú no.
Él resopla y me mira de mala forma.
Que malo soy...
Me echo a reír y él no tarda en seguirme.
-Vamos. Piensa lo que le vas a decir y conjúralo.
Asiento y respiro hondo. Cierro los ojos y recuerdo cuando Fred y yo gastamos esa broma a Percy hace dos años, encerrándolo en una pirámide.
También me acuerdo del nacimiento de Giny y de lo contentos que estuvimos al saber que tendríamos una hermanita por fin.
También me acuerdo de... Rosie... De la primera vez que la vi.
La primera vez que la vi sentí lo mismo que sentí cuando probé los caramelos vomitivos.
Un retortijón en las tripas que te quieres morir.
Pero este dolor de barriga era más de... Nerviosismo que enfermedad, la verdad.
Me encantó, así de primeras, esa sonrisa. Ese... Ese encanto suyo. Emanaba felicidad.

¿Y si fueras a Hogwarts...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora