Pasaron los días, el fantasma, o lo que fuera eso dejó de molestar, cada día me lo paso mejor, y por si fuera poco... ¡Harry y Hermione han llegado! En cuanto los vi entrar por la puerta, me abalancé a ellos y les abracé todo lo que pude.
-¡HARRY, HERMIONE! -fui la primera en verlos y casi tirando la silla, me levanté para abrazarlos. Y lo hice. Con ganas. Por poco no mueren ahogados.- ¡HOLA!
-¡Rosie!
-¡Nos ahogas, Rosie...! -se queja Harry, pero aún así me abraza y me despeina, junto con Hermione, que ríe.
-¡Es la mejor bienvenida que me han dado hasta ahora! -ríe.
-¡Y que lo digas! ¡Así da gusto!
Reímos todos, y yo decido dejarlos respirar.
-Iremos a colocar nuestras cosas. -dice Hermione.- Nos hemos topado con vuestra madre antes de entrar, y nos ha llenado de besos. -ríe Harry.
-Qué novedad, ¿no? -dice Ron, ríendose, levantándose para darle un gran abrazo a Harry y otro a Hermione, aunque este fue más tímido.
-Rosie, duermes con Ginny, ¿verdad? -me pregunta Hermione.
-Pues la verdad es que...
-No, duerme con George. -suelta Ginny, con una sonrisa. George la mira mal y se cruza de brazos, colorado. Se recuesta en la silla y mira para el suelo.
-Jolín Ginny, que tacto. -le digo, cruzándome de brazos y sonríendo.
-¿Qué? ¿Acaso miento?
-No, pero podrías haber dicho "sí, duerme conmigo, aunque estas noches está algo... Ocupada".
-Pero no tendría gracia.
Todos reímos, menos yo y George, que estamos colorados a rabiar. Fred parece emocionado y corre a abrazar a su hermanita.
-¡Mi hermanita va a seguir mis pasos, ainsh, ESTOY TAN ORGULLOSO! -la llena de besos y yo niego con la cabeza.
-Rosie... ¿Qué es eso de que duermes con...?
-Ahora no, Hermione. -susurro y le sonrío.- Lleva tus cosas a la habitación de Ginny, ahí también están las mías. Por la noche hablamos.
-Muy bien. -sonríe, y junto con Harry y Ron, suben por las escaleras. Fred le susurra algo a Ginny y se sonríen. Luego salen por la puerta, yendo al jardín. Yo miro a George, que no ha levantado la cabeza del suelo de la cocina. Voy hacia él y arrastro una silla cercana para sentarme a su lado.
-Georgie...
El me mira, con esos ojazos que él tiene. Le cojo de la mano y sonrío.
-¿Estás bien?
-Sí, claro que estoy bien. Es solo que... No es justo que yo no pueda decir nada sobre sus romances y ella sobre mí... Sobre nosotros... Sí...
-¿Y quién lo dice? -mi sonrisa se hace más amplia.
-Me mataría. -ríe.- Si digo por ahí que se cartea con Dean, y que son, podría decirse así, casi novios.
-Pero una venganza... No hace daño a nadie... ¿O sí? -sonrío perversamente.
Me mira y luego sonríe, de la misma forma.
-Que mala eres... -ríe.- Pero me encanta. Sí, tienes razón, no hace daño a nadie. Lo pensaremos. Armaremos un plan los dos juntos y lo podremos a prueba.
-¡Trabajaremos como un equipo! -digo yo, toda motivada.
-¡Un equipo organizado y muy equilibrado!
-Tampoco te pases, somos magos, pero no hacemos lo imposible.
George ríe y se acomoda en la silla. Tira de mi mano hasta hacer que me levante y me acerca a él.
-Ven, siéntate. -me siento en sus piernas, y lo miro, algo avergonzada.- Por mucho que digas que ahora no eres vergonzosa, aún te siguen saliendo los colores. -me acaricia una mejilla y me acerca a él.- ¿Puedo saber que es lo que te causa que estés así de roja? Antes decía "ha de ser por esto, o por esto otro", pero te juro que ahora no lo entiendo.
-No... ¿No te peso? Pregunta tonta, ¿sabes...?
Él me mira, y niega con la cabeza, con una sonrisa.
-Tienes un grave problema con la timidez. - pone las manos en mi cintura y me acerca a él todo lo que puede, hasta estar pegados.- Dame un beso. -pone morritos, esperando a que haga lo que le mande y yo río. Me abrazo a su cuello y lo beso, timidamente. George es... Como decirlo...
George es él.
Y estaréis pensando "¡UHH, SÍ SEÑOR, VENGA, LA MEJOR REFLEXIÓN DEL AÑO, EL CONOCIMIENTO ES PODER...!"
Pero...
Realmente, no sé como decribir a George, es tan... Único... No hay nadie como él, él es... Es fantástico, divertido, alegre, simpático, amable, inteligente (para lo que quiere), dulce, cariñoso...
Incluso tiene su toque picantito, todo se diga.
Sí.
Es perfecto.
¡Y de verdad que cuando vuelva a Hogwarts, me entrarán umas ganas locas de gritar a los cuatro vientos "¡GEORGE WEASLEY ES MI NOVIO, PERRAS, ASÍ QUE ES MÍO!"! Pero a quién quiero engañar, no seré capaz de hacerlo.
George me abraza, aún todavía queriendo pegarme más a él, sabiendo que es imposible...
A pesar de que yo también quiero pegarme a él todo lo que pueda... Pero ya lo estoy.
Mi corazón late muy rápido y temo que George lo pueda notar, sé que no se reirá de mí ni nada, vamos, solo eso faltaría, pero... No sé... Aunque me gustaría mucho apoyar la cabeza en su pecho y escuchar el suyo...
Paso mis manos por su pelo, ya tardaban en ir, es que me encanta su textura, es tan suave, tan sedoso, tan bonito... Me gusta mucho su pelo pelirrojo, es precioso, y quitando su sonrisa, sus pecas y su sentido del humor, es lo que más me vuelve loca...
-Te quiero... -murmura sobre mis labios y yo, de sopetón, muerdo uno de los suyos. Él no se lo espera, pero como solamente se lo atrapo, no le hago daño, suspira.
-Te amo... -le digo yo y eso parece emocionarlo tanto que se pone derecho y me abraza aún más, acariciándome el pelo y la zona baja de la espalda, muy, muy baja.
Escuchamos que alguien tose y paramos de besarnos en seguida para girar nuestras cabezas hacia donde han tosido.
Yo me pongo roja, roja a rabiar.
Molly nos mira, con una sonrisa que dice "ay, pillines".
Dios.
-Veo que os queréis mucho, chicos, y me alegro por vosotros, muchísimo. Pero de verdad, necesito empezar a preparar la comida si queréis que a eso de la una y media paren de rugir vuestros estómagos. -dice, con tono divertido.
Yo salgo inmediatamente de encima de las piernas de George y él se levanta de la silla como si le hubiesen pinchado. George también está rojo como un tomate y se rasca la nuca. Me da la mano y yo se la cojo, avergonzada a más no poder. Nos vamos los dos casi a la carrera a su habitación, y es cuando nos encerramos allí, con la gran suerte de que Fred no está, cuando escuchamos a Molly reír.
-Y se ríe. Pues muy bien.
Está colorado a más no poder y va hacia la cama, supongo que para refugiarse. A él también le queda muy bien el rojo... Se tumba boca abajo y yo lo oigo quejarse. Río por lo bajo y voy a su lado. No me acuesto, sino que me siento cerca de él y le masajeo el pelo.
-Oh... Que... Que... Que guay... -paro para ver su cara, pero el se queja.-No, no, sigue. Sigue por favor. Me relaja...
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¿Y si fueras a Hogwarts...?
Fiksi PenggemarEstás aburrida en casa sin nada que hacer, y como de costumbre, tu madre necesita que le hagas unos recados. Cuando vuelves a casa, decides coger también el poco correo que puede haber en tu buzón. Lo revisas y... ¿Qué tenemos aquí? Vaya, tienes una...