N O A H © | Terminada ✓

C A P Í T U L O . 8

NOAH

Su sonrisa había desaparecido haciéndome sentir más nervioso de lo normal, ella me miró por varios segundos hasta que saltó sobre mí, envolviendome en sus brazos.

-Claro que sí, tontito, pensé que nunca harías esa pregunta-dijo mientras me miraba directamente a los ojos y de nuevo sentí eso, esa especie de corriente eléctrica que sentía cada vez que sus ojos celestes chocan con los míos. Incocientemente tomé su barbilla y uní nuestros labios es un fugaz y suave beso, ambos nos separamos por falta de aire y sonreimos.

(...)

-Son tan adorables.- dijo Dylan mientras quitaba una lágrima imaginaria de su mejilla.

-¿Y tú qué piensas hacer para estar con Kevin?-pregunta Charlotte mientras mete un puño de papas fritas a su boca. Y así es señoras y señores, Dylan es gay.

-No es tan fácil, Lottie. Kevin sigue confundido después del beso nos dimos y creo que yo igual... además, él no quiere nada serio.

-Quizás puedan estar juntos. Claro, sí ambos sienten lo mismo.- lo miro a los ojos -Tal vez sea necesario que hablen- digo con una pequeña sonrisa en señal de apoyo

-¿Crees que pase?-pregunta Dylan

-¿El qué?.

-Que lo nuestro funcione, ya sabes, que no sea tan difícil como imagino-baja su cabeza -De verdad lo quiero...-susurra

-Estoy seguro que sí, hermano.

Miro a Charlotte, quién se encuentra profundamente dormida con la cabeza apoyada en su mano. Me acerco un poco a ella y deposito un beso en su cien.

-Ya es tarde, y es mejor que me vaya.- digo mirándolo -Nos vemos luego, y ya sabes, habla con Kevin- choco nuestras manos es un puño en forma de saludo. Bajo los escalones y me despido de la señora Cooper. Al salir de casa pude presenciar que ya el verano estaba por acabar.

Al llegar a casa sonrió, empezaba a sentirme bien, después de todo lo malo por lo que había tenido que pasar, la pandilla al fin había desaparecido.

Subo a mí habitación a descansar, quito mis zapatos y dejo mi mochila sobre una vieja silla de madera. Quito mi camisa y me acuesto en la frías sábanas. Pronto empezaba a caer en un profundo sueño cuando el sonido de unas llaves y una puerta abriéndose me despertó. Silenciosamente caminé afuera de la habitación y mire por los escalones de donde provenía el sonido, pude ver una figura bastante familiar, pero al momento en que mis ojos lo vieron con claridad, mi cuerpo se tenso por completo.

Caminé de nuevo a mí habitación y tomé mi mochila lo más rápido posible, en ella metí ropa, mi monedero, sudaderas y diferentes cosas que necesitaría. Me coloqué la camisa que minutos antes me había quitado, coloque mis zapatos y cerré la puerta de mí habitación con seguro. Miré por la ventana, estaba dispuesto a salir por ella, la altura era poca y cerca de ella había una escalera que me podrían ayudar.

-Noah, sé que estas ahí.- dijo una voz grave, se estaba acercando.

Puse mis pies en la escalera y fui bajando a pasó torpe, el miedo y la adrenalina se estaban haciendo presentes en mí, cosa que no ayudaba en estos momentos.

Cuando por fin puse los pies en tierra, corrí, corrí lo más rápido posible.

¿Por qué mi padre había vuelto?