C A P Í T U L O . 37

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Noah:

Semanas después...

Las cosas habían cambiado e incluso yo; todo había pasado en cámara lenta. 

Con el pasar de los días podía observar como Sofía se rompía un poco pero trataba de aparentar que todo estaba bien y que nada le afectaba, pero la conozco y sé que en el fondo ella me seguía queriendo, lo cierto era que yo también a ella.

—Hay que marcharnos, Noah, nuestras vacaciones ya acabaron.— dice mi padre mientras suelta un gran suspiro.

— Sí, ya tengo las maletas listas.— digo sin muchos ánimos. Miro hacia arriba y en una de las ventana está Sofía, quien me mira sin expresión alguna, hasta que al pasar unos minutos una pequeña sonrisa se forma en sus labios. Joder. —Papá, dame unos minutos, necesito resolver algo.— digo mientras bajo del coche y corro por los escalones.

Y ahí estaba ella, tal y como se encontraba hace unos minutos atrás; con su vestido blanco y su mirada tranquila.

—Sé que te vas.— suelta de repente.

—Ya era hora de hacerlo.

—Tenía pensando no hablarte.— dice mientras se coloca de pie y camina hasta mí. —Así como lo haz hecho tú, pero no puedo, y más ahora que sé que te vas.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Cierro mis ojos y tomo un gran suspiro antes de hacer lo que tengo en mente. Pongo ambas manos al rededor de su cintura y junto nuestros labios. Al principio no lo correspondió, pero luego se dejó llevar. Nos separamos por falta de aire y sonrió, extrañaba esto.

—Perdón.— fue lo único que logro decir. La miro por última vez antes de marcharme.

Soy un completo idiota.

—Te extrañaré.— grita a mis espaldas.

El trayecto a casa fue rápido, y lo único que deseaba era llegar y acostarme en mi cama. Y exactamente así me lo pasécarioa días, encerrado en mi habitación mientras fumaba un poco.

Papá por supuesto me regañó y me dijo que ya estaba lo suficientemente grande como para saber que el tabaco que jodería la vida.

Cuanta verdad había en sus palabras.

N O A H © | Terminada ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora