N O A H © | Terminada ✓

C A P Í T U L O . 14

Dilan:

Tengo cáncer.
Tengo cáncer.
Tengo cáncer.

Había quedado en salir con Noah para divertirnos un rato y así poder confesarle sobre mí enfermedad. En el fondo no quería decirle nada, sé que le dolerá pero Kevin dijo que era mejor confesarlo antes de que mi vida acabará por completo.
Por eso ahora mismo pensaba las miles de formas en las que le podía confesar que su mejor amigo estaba a punto de morir...

Esperaba afuera de su casa mientras encendía un cigarro para matar el rato, supongo que era una manía que hacía cada vez que me sentía ansioso o estresado, de la misma manera que lo hacía Noah.

- Oye hermano, tengo una resaca terrible- dice Noah apareciendo a mí lado y tocando su cabeza con ambas manos, yo sólo reí, se notaba que estaba sufriendo.

- Noah, vamos a caminar, necesito contarte algo urgente- dije mientras empezaba a caminar con ambas manos en los bolsillos. Caminábamos en silencio, en serio confesar esto se me hacía difícil, no era fácil confesar que tenía cáncer.

- Dilan, ¿todo está bien?- preguntó Noah mientras paraba en seco -Te noto muy nervioso- dijo preocupado.

Respira, tu puedes Dilan...

- Hermano, es muy difícil confesar esto- baje mi mirada - Hermano... tengo cáncer- susurre. Mire a Noah quién tenía su rostro pálido, no emitía ningún sentimiento, sólo me miraba como si estuviese analizando lo que acabo de decir. Agarró el cigarrillo que se encontraba en mis labios y lo botó.

- ¿Qué te sucede?- pregunté mirando el cigarro que se encontraba en el suelo -Era el único que tenía- hice un puchero

-Tienes cáncer y está fumando, hermano, va acabar con su vida más rápido- dijo Noah mirándome neutro, tenía razón.

- Bueno- suspire aliviado, por fin le había confesado mi enfermedad -Tengo una lista de cosas que hacer antes de morir- dije entusiasmado

- Y qué es lo que quiere hacer?- preguntó Noah mientras se apoyaba de un muro

Saque el pequeño papel que se encontraba en mi bolsillo y leí lo que decía en él.

- 1: Quiero saltar en paracaídas- dije sonriendo

(...)

Mi padre tenía un gran amigo, quien podía cumplir mi sueño de saltar en paracaídas, por eso ahora mismo me encontraba en un avión con toda la adrenalina en mi ser, mientras que Noah miraba hacía abajo y decía "soy muy joven para morir".

- No exageres Noah, sólo vamos a saltar en paracaídas, nada malo puede pasar- dije riendo

- Nada malo puede pasar- repitió mis palabras - Nada malo puede...- dejó de hablar al escuchar que pronto empezaría nuestra aventura

- Bien muchachos, el botón rojo es para abrir el paracaídas. Abajo los estarán esperando- dijo un señor que se encontraba cerca de nosotros.
Noah y yo nos colocamos en la puerta y en el momento en que nos indicaron que podíamos saltar, saltamos.
Sentí un cosquilleo recorrer todo mi cuerpo, toda la adrenalina junto con la felicidad se hacían presentes en mí. Noah sujetaba mi mano, y cualquier rastro de nervios o miedo desapareció de él. Ahora ambos reíamos y disfrutábamos del momento.

Conocer a Noah fue lo mejor que me ha pasado casi a mis 17 años.