Se dice que la vida es como un barco. Y el único responsable en que el barco avance eres tú.
Tú decides si quieres remar, o que el barco permanezca ahí y se hunda con el pasar del tiempo. Y al parecer, Noah se encontraba en medio de esas dos decisi...
—Déjenme tranquilo.— digo al otro lado de la puerta —Estaré bien...
Las mismas palabras de siempre.
La misma mentira de mierda.
Luego de la mala noticia dada por mi padre, había salido corriendo a la habitación donde a continuación había tenido un ataque de ansiedad, pero no como las anteriores veces, esta vez empecé a golpear mis nudillos contra la pared lo más fuerte posible, lo que mi mente no veía era que estaba destrozando todo e incluso las paredes empezaban a tener ciertas manchas de color rojo por lo que deduje que mis nudillos estaban rotos.
Cansado e irritado me deje caer sobre las sábanas. Todo esto había sido un caos. Charlotte no podía estar muerta, no podía ser verdad, a lo mejor esto es una pesadilla y pronto despertare.
Cierro mis ojos y todo pasa por mi mete como si fuese una película.
•Flashback•
—¿Qué diablos haces en mi casa?— digo con mi voz grave. La chica voltea a verme y quedó plasmado al ver sus ojos celestes.
•Fin de Flashback•
De nuevo abro mis ojos y veo que todo es verdad, que nada de esto es una pesadilla.
—Siempre te amare, mi dulce Lottie.— digo para mi mismo. Me pongo de pie y camino hasta la ventana. Saco de mi bolsillos la caja de cigarros y pronto empiezo hacer la misma rutina de siempre, inhalo y exhalo.
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