Noah:
1 semana después:
—Qué haces aquí, idiota.— dice Sofía mientras tapa con una sábana su cuerpo desnudó.
—Venía a buscarte para que saliéramos a caminar, pero veo que no es posible.— digo pícaro. —Lindas bragas.
—Cállate y date la vuelta.— dice mientras se sonroja. Doy la vuelta sin parar de reír. —Ya puedes ver.— susurra para después sentarse sobre la cama. Camino hacia ella y me dejo caer a su lado, suelto un gran suspiro y cierro mis ojos.
— Deja de fumar, por favor.— pide casi suplicando. Aún con los ojos cerrados niego.
—No creo, es otra forma de morir, así que tendrás que acostumbrarte a eso.— Puedo sentir su su mirada sobre la mía. Rendida se deja caer a mi lado y suelta un suspiro que roza mi cuello. Abro mis ojos como platos y noto como poco a poco ella cae en un profundo sueño. Sus mejillas están rojas y sus largas pestañas resaltan sus ojos, toco su mejilla con mi pulgar y sonrió al sentir su piel suave.
—Detente, haces que miles de mariposas se muevan en mi estoma..— su voz se detiene justamente en el momento que oprimo mis labios contra los suyos. No sé lo que hago, pero joder, que bien se siente.
Sin pensarlo dos veces me coloco sobre ella aún sin dejar de besarla, tomo delicadamente su cuello y higo pequeñas caricias en él con mis manos. Nuestras respiraciones van cada vez más rápido.
Pronto Sofía toma el control y quita mi camisa para después dejar uno que otro beso sobre mi piel.
—Es hora de comer, niños...— las palabras de la abuela quedan en el aire. Su cara es todo un poema al ver la situación en la que estamos.
Rápidamente me levanto y la miro, ella solo sonreí pícara y aguanta las ganas de reír —La comida ya está lista.— suelta una pequeña risa antes de marcharse.Miro a Sofía quien tiene los labios rojos e hinchados. Me alegra saber que yo he provocado eso.
—Me encantas.— digo mientras uno otra vez nuestros labios en un pequeño beso. Colocó mi camisa de nuevo y salgo de la habitación para pronto dirigirme hacia la cocina.
Si les soy sincero, espero que esto se vuelva a repetir.
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N O A H © | Terminada ✓
Teen FictionSe dice que la vida es como un barco. Y el único responsable en que el barco avance eres tú. Tú decides si quieres remar, o que el barco permanezca ahí y se hunda con el pasar del tiempo. Y al parecer, Noah se encontraba en medio de esas dos decisi...