C A P Í T U L O . 12

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Noah:

El doctor había decidió dejar a Dylan un par de días más en la clínica, allí se encargarían de hacerle todos los exámenes de sangre y demás para descubrir a qué se deben sus sangrados tan constantes y los vomitos que ha tenido.

Kevin y yo habíamos permanecido a lado de Dylan en todo momento, mientras que por otro lado estaba Charlotte, que a pesar que de ella sabía que su mejor amigo estaba mal, no tenía tiempo para él, ni para mí.

Empezaba a preocuparme, me empezaba a cansar de saber que no tenía ni un solo minuto para pasar juntos, incluso pronto cumpliriamos nuestro primer aniversario, pero a ella no le parecía importar lo suficiente. Hasta empezaba a creer que el de la relación solamente era yo y sus excusas.

—Noah!— llamó mi atención Kevin. Parpadeé un par de veces y despejé mis pensamiento —Charlotte acaba de llegar.— dijo con una pequeña sonrisa. Mire al frente y efectivamente ahí estaba ella, con su cabello rubio con ondas cayendo por sus hombros y con esa sonrisa tan dulce que era capaz de hacerme sentir esas cosas que son dignas de expresar con poesía.

—Hola, ¿Cómo está, Dylan?— preguntó algo preocupada. Cuando tuve su mirada más de cerca pude notar algo raro en ella.

—Bien, supongo. Aún no sabemos mucho sobre él.— dijo Kevin con cansancio. Se le notaba que la estaba pasando realmente muy mal, pero lo entiendo.

—La señora Cooper asegura que se pondrá mejor— dije, a lo que ella asintió lentamente.

— Kevin, ¿Nos podrías dejar un momento a solas? Necesito hablar con Noah.— preguntó Lottie. Kevin me echó una pequeña mirada esperando mi respuesta, a lo asentí.

—Nos vemos luego.— tomó su vaso de café y se marchó.

—¿Qué sucede?— pregunto sin mirarla. Me sentía enojado e incómodo, era la primera vez que la veía luego de varios días.

—¿Como está todo con tú padre?—preguntó mientras entrelaza su mano con la mía. Sentí de nuevo mariposa, pero decidí ignorarlo.

—Bien, creo.

—Eso me alegra—depositó un beso en mi mejilla —Noah, ¿perdón sí? He estado algo ocupada con varios asuntos en casa y en el colegio. No he tenido tiempo para nosotros.— noté cierta culpabilidad en sus palabras.

—Lo entiendo.— asentí con una pequeña sonrisa —Sólo que te noto diferente. ¿Estás bien?

—Estoy bien, sólo estoy estresada.

(...)

Ahora mismo me encuentro en mi habitación apoyado junto a la ventana, mientras que en mis labios sostengo un cigarro. Tenía que admitir que los cigarros se han vuelto mi más fiel aliado ya que utilizo cada vez que me siento mal. <<siembre>>

Constantemente vivo con el sentimiento de que iba a perder todo en un abrir y cerrar de ojos, o que todo lo bueno que estaba pasando en estos momentos iba acabar y temía, en serio temía que eso pasará. La mayor parte prefería ignorar esos pensamientos, pero se me hacía totalmente imposible callar el gran lío que llevo conmigo en mi mente.

Le di una última calada al cigarrillo y lo deje caer por la ventana. El cansancio se estaba haciendo presente por lo que caí en cuenta que ya era hora de descansar, apagué la luz y me deje caer como una pluma sobre la cama sin saber que se aproximaban grandes tormentas a mi vida.

N O A H © | Terminada ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora