C A P Í T U L O . 22

788 49 1
                                    

Noah:

La valentía más grande del ser humano es mantenerse de pie aún cuando se esté cayendo a pedazos por dentro.

De verdad siento admiración por todas esas personas que están sufriendo al igual que yo, que a pesar de todo siguen adelante, luchando contra todo y con el desastre que llevan dentro de ellos mismos. Sé que no es fácil vivir de esa manera, y realmente siento respeto por todos aquellos que seguimos adelante.

Hace menos de 20 minutos había tenido un sueño, pero no un sueño común y corriente; era uno de esos que son imposibles de olvidar. De esos sueños que no somos capaces de controlar las lágrimas cuando despertamos porque deseamos con tanta fuerza que sea real y no lo es.

Había soñado con Dylan, ambos reíamos mientras mirábamos el atardecer, incluso en el sueño salía Kevin, el chico que había desaparecido luego de enterarse de la muerte de su novio...

Definitivamente esto no era fácil.
No es fácil superar una muerte y más cuando esa persona te daba las fuerzas para seguir y ahora estas solo, sin nada ni nadie que te levante cuando tu mundo se desmorona lentamente.

Hoy tenía pensado ir donde Joe, a hacerme un nuevo tatuaje, pero no cualquier tatuaje, pondría el nombre "Dylan" en mi brazo junto a una corona en señal de "Diva", quería llevar su nombre conmigo siempre y sentir que aunque no estaba en físico al menos lo llevaba conmigo.

Joe había quedado en shock al darse cuenta que Dylan había muerto. Él solía venir aquí a verlo con la excusa de que se haría un nuevo "tatuaje", pero claro está que eso no volvería a pasar.

Al terminar el tatuaje, pasé mi dedo sobre él y sonreí, ahora tendría a mí otro Ángel escrito en mi piel.

(...)

Caminaba con ambas manos en los bolsillos, pronto empezaba a oscurecer y no era buena idea estar caminando a estas horas por estos lugares. Cruzo la calle y llego al otro lado dispuesto a seguir mi camino, pero paro en seco y miro a Jake y a la pandilla justo al frente de mis narices. Todos sonreían, mire a todos lados, pero no había nadie que pudiese ayudarme en este momento y era ahí donde deseaba que la tierra se partiera en dos y me tragara.

—Chicos, hagan lo que quieran.— dijo Jake. Dos chicos me agarraron por los brazos mientras que otros dos golpeaban mi rostro, los chicos me dejaron de golpear al escuchar la sirena de una patrulla.

Caigo al suelo débil, un oficial baja de la patrulla y viene por mí. De seguro que mi rostro estaba tremendamente destruido.

Me pongo de pie y camino hacia la patrulla con el oficial, este me deja suavemente sobre el asiento para pronto cerrar la puerta a mi lado.

—Yo te ayudaré, chico.— dijo este mirándome con una pequeña sonrisa. Pronto el carro empezó a andar y de poco a poco fui cayendo en un inevitable y profundo sueño.

N O A H © | Terminada ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora