C A P Í T U L O . 4

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CHARLOTTE

Noah había quedado en mi cabeza como si fuese mi canción favorita. Durante esos días estuve esperando una llamada que fuese del él, sin embargo tendría que quedarme con las ganas porque eso jamás sucedió. Tampoco lo vi, fue como si hubiese desaparecido y aquel chico sólo fuera producto de mi conciencia.

Por alguna extraña razón deseaba volver a verlo otra vez, solo para volver a mirar esos preciosos ojos color verdes y sentir como mi corazón latía fuertemente contra mi pecho. Se que es tonto porque a penas lo conozco, pero había quedado encantada de haberlo conocido y tenía algo que me daba interés en conocer.

—Lottie, tengo ropa que quizás nunca llegue a usar. ¿Tienes algún amigo a quién dársela?— pregunta Drake, mi hermano. Casi sin pensármelo dos veces asiento con una sonrisa. Quizás regalarle esa ropa a Noah sería buena excusa para verlo otra vez.

Gracias hermano.

—Sí, conozco un amigo al que le encantaría.

(...)

Y aquí me encontraba. Frente a su casa sin saber si era buena idea hacer esto, pero de igual manera di dos golpes a la puerta. Luego de unos minutos esta se abrió y mi sonrisa desapareció al ver el rostro de Noah con varios moretones y su labio inferior hinchado.

Un escalofrío recorrió mi columna vertebral y pude notar como mi rostro cambiaba de expresión a una de temor y sorpresa.

- ¿Qué te pasó? - pregunté preocupada.

-Sólo tuve un accidente- susurró nervioso - ¿Qué haces aquí? ¿De nuevo la policía te busca?- hizo un intento por reír pero no fue mas que una mueca.

- Noah, no es gracioso, mirate, tienes el labio roto- dije con cierto enojó -Te limpiare esas heridas- dije mientras me adentraba a su casa, sin su permiso claro está. Noah camino hacía el segundo piso a lo que yo repetí su acción.

- Aquí está- dijo mientras me entregaba la pequeña caja. Le obligue a que se sentará ya que era muy alto y no podía tocar su rostro. Mientras pasaba el algodón con alcohol por su labio decidí preguntar la verdadera razón de lo sucedido porque yo no me creo eso de que sólo fue un "accidente".

- ¿Quién te hizo esto?-

- Nadie, sólo me caí- dijo seco

- Noah, se que mientes, joder, quién te lo hizo.- Tome su rostro entre mis manos -Dime por favor- susurre. Él solo agachó su cabeza.

-Hay un par de chicos que quieren hacer de mí vida una mierda- admitió mientras soltaba un sollozo -¿Qué hice para merecer esto Charlotte?- susurró y pronto lágrimas empezaron a caer por sus mejillas.
Mi corazón se encogió al mirarlo, era como un niño pequeño cuando sin querer cae y se lastima sus rodillas y no puede parar de llorar hasta que su madre le diga que todo va a estar bien.

- Noah mirame- tomé su barbilla -No se cuanto tiempo has tenido que pasar por esto pero prometo que acabará, yo me encargaré de ayudarte- apreté mis labios mientras lo envolvía en mis brazos y dejaba un pequeño beso en su cien.

Pronto Noah cayó en un profundo sueño a lo que minutos después repetí su acto.

N O A H © | Terminada ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora