~ Capítulo XII : "Curiosidad." ~

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Jack les llamo a tus padres. Trataste de impedírselo pero no sirvió de nada ni tampoco quiso. Así que al final lo dejaste y terminaste dándole el número de tu casa. Ya sabias como eran tus papás; ellos no te dejarían -obviamente- quedarte a dormir en una casa ajena, con alguien que no conocían ¡y más que era un chico!

Mientras escuchabas como Jack hablaba con ellos decidiste ir a la sala a esperar. Al final, después de varios minutos, él acabo:

— Lo siento ______... —te dijo mientras apagaba el teléfono y te miraba.

— ¿¡Lo ves?! —le dijiste levantándote del sillón—. Te dije que no me dejarían... — te cruzaste de brazos.

— SIENTO, que vas a tener que ayudarme a preparar la cena.. —corrigió con una sonrisa.

Tú te quedaste en shock por un momento.

— Espera.... ¿Qué?.... Ósea, eso significa... ¿¡Que mis padres si me dejaron quedarme en tu casa?!

—¡Ajaaa! —te dijo Jack divertido.

Estabas a punto de gritar por la emoción y el asombro que terminaste por taparte tu boca con las manos antes de hacerlo. Eso había sido inesperado de parte de tus padres, ¿qué les habría dicho Jack como para que te dejaran quedar en casa ajena y más de si era de un chico? No tenías ni idea.

Cundo al final te calmaste volviste a hablar:

—Jack.... Solo falta una cosa... ¿Que-...

—¿Vamos a cenar? —te interrumpió el viéndote por última vez y caminando hacia la cocina—. Bueno, tenemos tres opciones; uno, Sushi...

—¡¿Sushi?! Mmm... ¡Me encanta el sushi! —dijiste con una sonrisa yendo hacia él—. ¿Y a ti?

—Emm, un poco, sí. Ok, la segunda opción es pizza y la tercera es que yo cocine... —abrió el refrigerador.

— Oh-.. —lo miraste asombrada—. ¿Sabes cocinar? ¡Vaya! Eso es nuevo... Ok, ¡yo opto por la tercera! —dijiste con una sonrisa.

— Ok, pero me tendrás que ayudar ¡Eh! —te dijo Jack mientras ahora sacaba dos platos de un cajón y los ponía sobre la barra.

— .... Pero... pero es que yo... —desviaste tu mirada—. Yo no... se cocinar.. —tapaste tu cara de la pena y vergüenza.

Jack te miro y fue hacia ti:

— Oh no. No, no te preocupes yo te enseño ¿sí? Tu tranquila... —te tomo de las muñecas de tus manos e hizo las quitaras de tu cara—. Yo te ayudo ¿sí? —acaricio tu mejilla un poco—. Es más, ¡será divertido!

Bajaste tu mirada sonrojada al tenerlo cerca de ti:

— Uh-... Mnn, está bien.. —sonreíste levemente.

— .... Debo admitir que me gusta mucho cuando te pones así; sonrojada, nerviosa y tímida... te vez tan linda que me dan ganas de besarte... —dijo en voz algo baja algo divertido con una sonrisa.

Tragaste saliva al escuchar eso y parpadeaste nerviosa.

— Si... bueno... amm... —intentabas decir.

— Jaja, no te sientas incomoda, —Jack rió un poco, te soltó y se alejó—. No tienes por qué ponerte así... Jaja, vamos, hagamos la cena para que podamos descansar.

Asentiste con la cabeza mas no dijiste ya nada.

No lo podías creer. ¡Tan lejos habías llegado! Un chico enseñándote a cocinar, no se ve todos los días. Te dirigiste a la cocina y abriste la parte baja del refrigerador:

— A ver, veamos, ¿Qué tenemos aquí? Tenemos; pescado, carne, pollo, verduras, queso, pastas... —abriste la puerta de arriba—. Y de congelados y postres; helado, galletas... —moviste las cajas de cartón congeladas que había ahí—. ¡Oh mira! ¡Muffins! —sonreíste y sacaste la caja—. ¡Adoro lo muffins! Jack, ¿quieres hacer muffins para cenar?! —dijiste cerrando el refri y yendo con la caja de dicho alimento a donde Jack.

— Mnn, claro que si —te respondió él—. Aunque, ¿solo quieres cenar eso?

— Pues, casi no se come mucho en la cena, sino algo ligero... —torciste un poco tu boca.

— Tienes razón.. Bueno, hagámoslos. —sonrió.

Jack saco todos los utensilios para cocinar; molde, batidora, platos, cucharas...

Al final, después de varios minutos de juegos y seriedad, finalmente habían metido la mezcla en los recipientes para muffins o, cupcakes, en el horno para cocerse.

Mientras esperaban a que estuvieran listos, tocaron a la puerta.

— ¿Hm? ¿Quién será? —dijiste.

— Iré a ver... mientras sube y arregla la cama de mi cuarto para que puedas dormir ahí, yo dormiré en la otra habitación. ¿Sí? —te dijo mientras iba hacia la puerta principal.

— Está bien... —te dirigiste a las escaleras y comenzaste a subir.

Llegaste al cuarto de Jack, te quitaste tus botas y las dejaste en el pasillo, regresaste al cuarto de Jack comenzaste a arreglar la cama para poder dormir. Ya estabas a punto de acabar cuando escuchaste a Jack subir.

— ¿Quién era Jack? —preguntaste con tu atención y vista en la cama.

— Tus padres, —te respondió—. Me dijeron que te diera esto... —Jack entro al cuarto, tú te giraste y viste que traía una mochila, fuiste donde él, la tomaste y la abriste; tenía ropa y tu pijama adentro.

— Oh- si... es ropa que me mandaron. —le dijiste—. Me iré a cambiar.. —sonreíste levemente.

— Ah- sí. Tomate tu tiempo, yo estaré aun abajo, tengo que checar unas cosas, así que no me esperes, si ya tienes sueño puedes dormirte ya, ¿de acuerdo? No hay problema. —te sonrió.

— Pero, quien se supone que debería de descansar eres tú no yo. —le replicaste—. Tu eres él que no debería de quedarse tan tarde haciendo quien sabe que...

— Jajaja, vamos, no me quedare tan tarde, lo prometo. Confía en mí por favor. —te pidió. Tú lo miraste y suspiraste.

— De acuerdo... pero no tan tarde... —le dijiste mientras salías del cuarto e ibas al baño.

— ¡Claro! —te dijo sonriendo para después ver como bajaba las escaleras. Tu solo suspiraste de nuevo y entraste al baño.

Ya con tu pijama puesta, y aseada saliste del baño sosteniendo tu ropa normal y yendo a la habitación de Jack mientras bostezabas.

Llegaste, dejaste tu ropa normal dentro de tu mochila, soltaste tu cabello, lo cepillaste un poco, luego fuiste hasta la cama, te metiste en ella y apagaste la lámpara de la mesita de noche que había al lado de la cama, para después, sumergirte entre las sabanas de aquella cama. Era cálida, olía bien, aunque la verdad, de alguna extraña manera, olía a inverno, a bosque, a mágico y con un toque de... ¿soledad?... Ese aroma solo te hacia recordar a Jack. Solo a él, a nadie más. Aunque este tuviera un extraño toque de soledad...

"Un Amor Inigualable" (Jack Frost y Tú) [[#Wattys2020]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora