~ CAPITULO XXXV FINAL: "Todo fue real." ~

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La alarma de tu celular que estaba en tu mesa de noche te despertó. Estiraste tu brazo fuera de las sabanas y tomaste el aparato para después apagarlo, tallar tus ojos y suspirar pesadamente. Miraste la pantalla; según esto, era sábado, y las 5:45 A.M.

—... Olvide apagar la alarma ayer... —dijiste cansada y cerraste tus ojos adormilada—. No sabía que ayer era viernes... —volviste a estirar tu mano para poner de nuevo tu celular en la mesa—. ... Parece que tuve un laaaargo sueño... —te acomodaste de nuevo entre las sabanas—. Soñé... que iba al Polo Norte... Y que conocía a Norte... El Hada de los Dientes... Sadman... El Conejo de Pascua... y Jack Frost... —intentabas recordarte a ti misma.

Poco a poco el sueño comenzaba a invadirte pero de repente tu cabeza se despertó y te incorporaste en la cama al instante mas despierta que nada.

—¡Espera! ¡¿Significa que me fui y estuve toda una semana en el Polo Norte?! —susurraste en voz baja—. ¡No puede ser posible! —llevaste tu mirada a la ventana en plena oscuridad de tu cuarto y luego a la mesita. Un reflejo salía sobre ella. Frunciste un poco tu ceño y prendiste tu lámpara; a un lado de ella había una esfera o bola de cristal, no más grande del tamaño de tu mano, parecía que traía agua adentro, la tomaste algo dudosa, te sentaste bien en la cama y la miraste entre tus manos poniendo un mechón de cabello tras tu oreja; un copo no tan grande, estaba dentro de la esfera y flotaba dentro de ella—. ... Vaya... esto es... se parece a la antigua esfera que Jack me había dado cuando era pequeña... —sonreíste al recordar eso—. Esta es más hermosa... —la sujetaste bien y luego la sacudiste un poco, al instante esta comenzó a brillar—. Vaya.. ahora tiene luz... —dijiste divertida.

—¿Te gusta? —hablo una voz frente a ti sobre la cama. Levantaste la mirada y viste a Jack sentado con las piernas cruzadas frente a ti con una sonrisa.

—¡Jack! —sonreíste al instante y lo abrazaste—. ¿Qué...? ¿Cómo es que estas aquí? ¿Cómo entraste? —dijiste asombrada y feliz.

Jack te abrazo igual.

—Bueno... ¿No recuerdas que me dijiste que podía venir a visitarte cuando quisiera y a la hora que quisiera? —dijo divertido.

—Oh, cierto.. —te alejaste de él y lo miraste—. Estoy muy feliz que estés aquí... —acariciaste su mejilla con tu mano y luego besaste sus labios. Él sonrió.

—También yo... Y bien, ¿te gusto mi regalo? —pregunto feliz.

—¡Claro que sí! Es muy bonito, y esta vez, veo que le pusiste luz.. —reíste un poco.

—Bueno, tenía que actualizarme desde aquella vez que te di la otra ¿no? —rió igual.

—Jajaja supongo que si... y dime, ¿Cómo están las cosas por allá? ¿Cómo están todos? ¿No ha habido señales de Pitch desde que regrese?

—Jaja, ¡acabas de regresar ayer! —rió divertido—. No te preocupes tanto...

—Bueno... lo siento... es que no me gustaría que si algo llegara a pasar de nuevo no estuviera yo para ayudarlos... —bajaste un poco la mirada.

—Bueno, eso es cierto.. Pero no. Nada de eso. Ah estado tranquilo últimamente... y tal parece que poco a poco las pequeñas lucecitas amarillas van siendo más...

—¿De verdad? ¡Eso es genial! —sonreíste aliviada mirándolo de nuevo.

—Aunque al mismo tiempo que nuevas luces se prenden, otras se apagan.. —dijo algo desanimado.

—... Es porque los niños que antes creían en ustedes dejan de hacerlo porque han crecido y se van convirtiendo en adolescentes... —respondiste algo avergonzada.

"Un Amor Inigualable" (Jack Frost y Tú) [[#Wattys2020]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora