~ Capítulo XI : "Una vez más." ~

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Abrí lentamente los ojos y mire alrededor; me encontraba acostado en la cama de la enfermería de la escuela. Mire a un costado de mí y me asombre al encontrar a ______ dormida sobre la cama. La mire; se veía tan tierna, tranquila, a salvo, que hubiera deseado que nunca despertara. Realmente quería llevarla conmigo a la misión que el Hombre de la Luna me había dicho, pero sabía que correría un tanto de peligro si lo hacía. Quería decirle todo lo que me acababa de pasar, pero no quería poner en peligro a la persona que más amaba. No por mi terquedad.

Me enderece un poco en la cama, y cuando lo hice ella despertó.

—... Hola... —me dijo mientras se frotaba sus ojos y se enderezaba—. ¿Cómo te encuentras? —me dijo mirándome ahora con una leve sonrisa aun algo dormida.

—Ya me siento mejor, —le sonreí—. ¿Y tú? ¿Cómo estás?

—Digamos que... un poco cansada, pero estoy bien, gracias. —me respondió sonriéndome un poco más.

—... ¿Qué fue lo que paso? No recuerdo nada...

—Amm... —desvió su mirada—. Pues veras...

En eso, la puerta de la enfermería se abrió y vi que entraban las amigas de ______.

—Hola Jack. —me saludo Vanessa.

—.. Ya despertaste... —dijo Elizabeth.

—¿Cómo te encuentras? —me pregunto ahora Lidia.

—Bien chicas, gracias por preocuparse... —les respondí amable.

En eso tocaron la puerta; era la enfermera.

—¿Puedo pasar?

—Si pase.. —le respondió ______.

—Señor Overland... —me dijo la enfermera parándose al lado de ______ con unos papeles en la mano-. Me informaron que ya puede darse de alta. Al parecer no sufrió nada o algo grave; solo perdió el conocimiento. Y ya se encuentra bien, así que ya puede irse. —dijo sonriente.

Yo suspire aliviado:

—Gracias a Dios... —dije en voz baja—. Está bien, muchas gracias. —respondí.

—¿Entonces ya puedes pararte? —me pregunto Vanessa.

—Am, bueno, aun no lo sé. Yo supongo que si... -me encogí de hombros mientras me quitaba la sabana de encima de mí y me sentaba en el borde de la cama—. Ammm... —me levante algo dudoso de la cama—. No me duele nada... —les dije mientras miraba mis pies y di unos pequeños pasos—. Hah.. ¿lo ven? Estoy bien, no es nada. Me siento bien, no me duele nada. —
las mire alegre.

______ se levantó del banco en donde estaba sentada:

-Ok, te acompañare a tu casa. Chicas, -miro a sus amigas-. Regresen a clases y díganles a mis profesores que no iré por este día a clases, que acompañare a Jack a su casa y díganles que sí podrían darles la tarea a ustedes para que después me las pasen ¿sí? Y les encargo mis cosas. Igual, díganles a mis padres sobre eso. Se que que enojaran, pero díganles que es porque uno de mis compañeros le sucedió algo y pidió que me quedara con el en su casa para cuidarlo. Oh ahí inventen algo para que me dejen...

-Vale, no te preocupes. -le respondió Lidia-. Nos vemos al rato en tu casa. -la abrazo-. Con cuidado porfavor.

-Claro, ustedes también.


* * *


_____ me acompaño a casa. Tuvimos que irnos a paso lento ya que, aunque podía caminar, prefería hacerlo despacio. Entonces empezó a nevar de nuevo y empezaba a hacer frió. A mí no me molestaba, ya que el frió era agradable para mi obviamente, además de que había salido con un saco puesto, pero cuando vi a ______ a mi lado sin ningún suéter puesto o algo así, y que temblaba, sin que se diera cuenta, me quite mi mochila y luego mi saco, para después ponérselo sobre su espalda a ella y quedarme solo con mi playera. Ella se percató de ello y me miro asombrada y con sus mejillas rojas.

-Jack... ¿Por qué.. te quitaste tu saco? Hace demasiado frio, ¡te podrías congelar! -me dijo preocupada. Yo solo reí un poco.

-Jaja, no te preocupes, estoy bien. -dije volviendo a poner mi mochila sobre mis hombros-. Tu serás quien se congele si no te pones bien el saco... -le sonreí levemente.

-Pero....

Lleve mi dedo a sus labios:

-¡Ah-ah! Nada de 'peros' ¿de acuerdo? No quiero que te pase algo... -quite mi dedo de su boca.

Ella solo bajo la mirada al suelo nerviosa y se tapo con mi saco.

-... Está bien...

Sonreí mas al verla así. Era realmente linda. Lleve mi vista al frente y pude ver a lo lejos en la calle mi casa al fin.

-¡Mira, ahí está mi casa! -le señale con mi mano para después tomarla de la suya-. Ven, ¡vamos!

Mi casa, desde mi punto de vista era hermosa; pues solamente vivía yo en ella. Tenía un gran patio atrás con un lago en él. Su techo era café y la casa estaba pintada toda de blanco. Tenía una sala, el comedor, una cocina, un baño, y aunque, como ya había dicho, vivía solo yo en ella, tenía 3 habitaciones y un baño.

Llegamos y abrí la puerta:

-Pasa, ponte cómoda...

-Gracias...

_____ entro y luego me dio mi suéter, lo tome y lo colgué en el perchero detrás de la puerta principal para cerrarla e ir con ella.

-Que linda... -dijo mirando la sala.

-Jaja, ¿linda? Pues, gracias... yo la decore.. -dije un tanto orgulloso.

-¿Enserio? No te creo... -me dijo mirándome divertida.

-¡Claro que sí! Yo mismo lo hice. -me cruce de brazos "desafiante".

-Jaja, pues, si tienes buenos gustos déjame decirte... -me respondió divertida.

-Jajaja, y eso, ¡que no has visto mi cuarto! -le dije mientras caminaba hacia las escaleras-. ¿Quieres?

Ella me miro emocionada:

-¡Claro!

Subimos corriendo las escaleras hasta llegar al mediano pasillo; mi cuarto era el primero a la derecha. ______ abrió la puerta y cuando vi su expresión me dieron ganas de reír, pero no lo hice. El techo de mi cuarto estaba pintado del color del cielo, y en las paredes estaban pintados unos árboles dando a entender que "estabas" en un bosque nevado. Claro que, para un chico que controla la nieve y es un guardián como yo, pues fue fácil hacer algo así.

-Ok, lo admito... -escuche decirle-. Es... es asombroso. Parece mágico...

Lleve mi vista a ella algo pensativo. Si esta iba a ser la última vez que la vería, me gustaría pasar más tiempo con ella..

-Sabes, tengo una idea; ¿Por qué no te quedas a dormir? Así me podrías cuidar, ahora que ando un poco mal... -le dije sonriendo levemente.

Ella me miro sorprendida.

-¿Qué? Yo en tu casa, ¿¡A dormir?! No, no puedo. No quiero darte problemas además de que mis padres se enojarían muchísimo. -me dijo preocupada.

-Claro que no me los darás, además, no tienes que preocuparte por tus padres. -una idea paso por mi cabeza-. Es más... ahora mismo les voy a llamar. -le dije saliendo rápidamente del cuarto y yendo a las escaleras para bajarlas.

-¿Qué? ¡No! Jack, ¡Espera! -escuche como me decía ______ realmente asustada y yo solo reí.

"Un Amor Inigualable" (Jack Frost y Tú) [[#Wattys2020]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora