– Capitulo 6 –
Sería realmente excesivo dar un relato detallado y completo de nuestras andanzas por el interior de aquella abandonada y cavernosa colmena; aquel cubil monstruoso de secretos primitivos cuyos ecos se alzaban ahora por primera vez después de innumerables años de silencio, ante las pisadas de unos seres humanos. Esto es especialmente cierto a causa de que la horrible revelación surgió del mero estudio de los muros esculpidos. Las fotografías serán por eso muy útiles para probar la verdad de mis afirmaciones. Lamentablemente, no disponíamos de mucha película virgen. Cuando se nos terminó, nos contentamos con dibujar en nuestras libretas algunos de los bajorrelieves más notables.
El edificio en que habíamos entrado era de gran tamaño y complejidad, y nos dio una singular idea de la arquitectura de aquel anónimo pasado. Las paredes interiores eran menos macizas que las exteriores, pero en los pisos más bajos se habían conservado muy bien. Era aquél un verdadero laberinto, con diferencias curiosamente irregulares entre un piso y otro, y sin aquellos pedazos de papel, sin duda nos habríamos extraviado. Decidimos explorar ante todo las partes superiores más dañadas; una ascensión de treinta metros nos llevó a la cima del edificio. Allí una hilera de cuartos sin techo y cubiertos de nieve se abría bajo el cielo polar. Llegamos a esa cima por medio de rampas o planos inclinados que hacían en todas partes las veces de escaleras. Los cuartos tenían las formas y proporciones más variadas: estrellas de cinco puntas, triángulos y cubos perfectos. Todos medían, generalmente, nueve metros por nueve de superficie, y unos seis metros de altura. Había sin embargo habitaciones mayores. Después de examinar cuidadosamente las partes más elevadas, descendimos, piso por piso, a los cuartos inferiores y nos encontramos en una verdadera confusión de salones y pasillos unidos entre sí, que cubría sin duda un área superior a la del edificio mismo. Las proporciones ciclópeas de todo aquello se hicieron muy pronto curiosamente opresivas. Había algo de profundamente inhumano en los contornos, la decoración y las sutilezas arquitectónicas de esta construcción de monstruosa antigüedad. El estudio de las esculturas nos reveló muy pronto que el laberinto tenía varios millones de años de existencia.
Aún hoy me es imposible explicar qué principios mecánicos presidían el equilibrio y la disposición de aquellas, vastas masas de roca; aunque los constructores habían recurrido frecuentemente a los principios del arco. Los cuartos que visitamos estaban totalmente desprovistos de muebles, circunstancia que parecía probar que la ciudad había sido abandonada voluntariamente. El motivo principal de decoración eran aquellas esculturas esculpidas en casi todos los muros. Estaban dispuestas, generalmente, en bandas horizontales de casi un metro de ancho, que alternaban con otras bandas de tamaño similar y de arabescos geométricos. A menudo, sin embargo, en las bandas de arabescos se habían incluido unas cartelas lisas con unos curiosos grupos de puntos.
La técnica, como comprobamos en seguida, era de una rara perfección, y revelaba una civilización desarrollada hasta el más alto grado, aunque totalmente ajena a la tradición artística de la raza humana. En delicadeza de ejecución ninguna escultura de las que yo había visto hasta entonces podía equiparársele. Los menores detalles de la vida vegetal o animal habían sido reproducidos con una fidelidad prodigiosa, a pesar de la vastedad de la escala, y los dibujos convencionales eran maravillas de compleja delicadeza. En los arabescos se advertía un uso profundo de principios matemáticos, y consistían en curvas y ángulos oscuramente simétricos basados en el número cinco. Las esculturas, ejecutadas según una muy curiosa perspectiva, eran de un vigor tal que nos conmovieron profundamente a pesar del abismo de años que las separaba de nuestra época. La técnica se basaba en una singular disposición de la sección transversal con la silueta de dos dimensiones, y revelaba una psicología analítica desconocida para todos los pueblos de la antigüedad. Es inútil comparar este arte con cualquiera de los representados en nuestros museos. Los que vean las fotografías le encontrarán una cierta similitud con el de algunos futuristas.
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LOVECRAFT: TODOS LOS RELATOS
HorrorLa idea es abarcar ABSOLUTAMENTE TODO el contenido que tenga que ver con Howard Phillips Lovecraft y su horror cósmico (también se incluyen sus primeros relatos y el Ciclo onírico) Actualizado: 27/01/2018 ESTADO ACTUAL: 102/102 [COMPLETO] 1897 - 19...