¿Porque a mí?

763 37 0
                                    

Comenzamos a caminar por un pasillo más, era evidente que estábamos perdidos, ¿Cuánto tiempo debería pasar para que otra persona lo notara?, después de girar de nuevo se comenzaba a sentir el disgusto de mis compañeros.

En verdad me hubiera gustado encontrar una excusa para evitar esta actividad en específico, ¿a quién se le había ocurrido enviarnos al hospital para hacer una obra altruista? Y por si fuera poco ¿porque tenían que ser precisamente con la gente de la tercera edad?, no me encontraba en óptimas condiciones, y conforme el tiempo pasaba me sentía cada vez más débil.

Sé que solamente existe una cosa que puede reanimarme...

Pero no quería hacerlo aquí, ni ahora, teniendo a todas estas personas tan cerca de mí, necesitaba salir rápidamente de este lugar. De pronto volvemos a girar hacia otro pasillo ¿finalmente se dará cuenta de que estamos perdidos?

—Hmm, ¿alguien sabe por dónde es? creo que me perdí— comenta la jefa de grupo quien se encargaba de dirigirnos – ¿es por aquí o será por la derecha?

Nuestra jefa de grupo siempre ha sido un poco mala para la orientación, no me importaría, y seguramente no ofrecería mi ayuda si nos encontráramos en otra situación, pero por cada segundo que pasaba mi estado empeora, de verdad creo que necesito descansa, así que sin pensarlo dos veces, comienzo a acercarme al frente del grupo y le digo a la chica.

—Es a la derecha, faltan dos pasillos aproximadamente— mientras lo digo, comienzo a caminar para guiar al grupo y llegar por fin a nuestro destino.

— ¿Cómo lo sabes? ¿Creí que habías dicho que no conocías este lugar?­— Me pregunta la jefa de grupo mientras me mira un tanto escéptica

—Claro que no lo conozco— digo mientras comienzo a caminar hacia el ala que buscamos. —es solo por ese maldito olor— murmure para mí.

Caminamos 2 pasillos a la derecha como había dicho y ahí estaba el ala del hospital donde se encontraban los ancianos enfermos y necesitados, a quienes les brindaríamos ayuda y alegría.

— ¡Vaya! tenías razón— dijo la chica demasiado sorprendida y aliviada para mi gusto.

— ¿Ves? te lo dije— comente mientras me alejaba una vez más de todos. 

— ¿A dónde creías que los llevaría?— Pregunte con un poco de sarcasmo.

­— N...no, es solo— y entonces pude notar lo avergonzada que se encontraba.

Entonces lo recordé, "Claro creen que eres una mala persona, bueno que esperabas que pensaran", me digo a mi misma "con la actitud que tomas". Me aparte del camino y deje que los demás compañeros de clase entren antes que yo, mientras espero esto me apoyo sobre el marco de la puerta, colocando una de mis manos en mi cabeza.

— ¿No vienes? — pregunto de pronto la encargada mirándome por un momento.

—Sí, un minuto por favor— respondí mientras me esforzaba por ocultar las náuseas que sentía en ese momento, y las unas gotas de sudor perlado y frió que se extendían por mi frente.

Cerré los ojos por un momento para hacerme mentalmente a la idea de lo que tengo que hacer.

Respiro una vez y no puedo evitar sentir nauseas por la intensidad del olor, vuelvo a inhalar una vez más conteniendo un poco el aire impregnado de ese olor, debía de estar acostumbrada a estas alturas, pero no es así, primero debo de acostumbrar poco a poco a mi nariz si deseo permanecer un rato más en este sitio, una... dos... tres respiraciones. El olor no disminuye, pero al menos ahora es tolerable, solo un respiro más y estaré preparada.

Pero cuando estoy a punto de entrar en la habitación, mi dedo meñique comienza a moverse involuntariamente y trato de ignorarlo. A veces sucede esto, pero no es nada, estoy segura.

O al menos es lo que quiero creer...

 NOTA DE LA AUTORA: Hola queridos lectores, vamos a estar editando la historia de "Ángeles de la muerte", así que si les llegan notificaciones una disculpa, todo esto lo hacemos para que la historia quede mejor. los quiero mucho les mando besos... Bye.

La condena anticipada - Angeles de la muerte (CA libro 1) ¡¡TERMINADA!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora