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Empujo la puerta suspirando aliviada por finalmente estar en casa. 

Dejo la mochila en la sala y me dirijo a la cocina, no me gusta tomar agua con esencia de jazmin pero eso es mejor que continuar con esta sed horrible, llego al refrigerador y tomo un vaso de agua fría de jazmines, y después cojo una galleta de jazmines de la repisa. Me la meto en la boca y la engullo lo mas rápido posible, después tomo la charola y camino con Balthazar a mis espaldas hasta que llegamos a la sala, nos sentamos y le ofrezco una galleta. Él la toma y se recuesta en el sofá.

- ¿crees que podremos descansar un momento? – pregunta cuando termina de tragar la galleta

- Bueno... - digo meditando – mi mano no esta tirando de mi asi que supongo que tendremos un descanso

- ¿de verdad? – pregunta sorprendido

- ¿Que? ¿estás cansado?

- ¿Tú no? – me pregunta nuevamente

- Esto es normal – digo tomando otro sorbo de agua – ¿no eras tu quien decía que esto era fácil?

- Bueno....

Hago un recuento mental de las cosas que han pasado en los últimos dias desde que Balthazar llego. 

Escuela, recolección de almas, casa, tarea, recolectar almas, baño, recolección de almas. "¿es que acaso no podían dejarlos dormir una noche entera?" fue lo que Dijo Balthazar la primera noche que tuvimos que hacer recolección nocturna. 

Yo también estaba exhausta pero no podía decir nada sabia que esta época siempre era atareada en cuando a muertes. 

 Balthazar no tenía que recolectar nada pero como tenía que estar cerca de mi eso implicaba que cuando yo iba por un alma él me seguía, la segunda noche de trabajo intenso el se había quedado dormido en el sofá, pero si yo no estaba en mi cuerpo este se congelada y ya que el estaba tan cerca no podía dormir, además como la proyección era agotadora y no muy grata para mi siempre iba en persona por las almas, cosa que por supuesto implicaba que el me siguiera, por lo cual obviamente no podía dormir, ya que si no estaba cerca ambos sentíamos un tiro que provocaba que perdiéramos el equilibrio y nos calleramos o en el mejor de los casos uno terminara tumbado sobre otro. Algo que si me preguntan no es lo mas agradable.

Mire a Balthazar y vi que estaba quedándose dormido de nuevo en el sofá, o debería decir nuestras cama. Ante tanto trabajo ni siquiera había llegado a mi habitación, simplemente terminábamos tumbados en el sillón. No me quejaría pero mi espalda comenzaba a resentir la que claro no aceptaría nunca, pero "dios extrañaba mi cama". Recuesto mi cabeza en el sillon y cierro los ojos.

- Deberíamos recostarnos un rato en una cama

- Ssshhh – lo hago callar – no sabremos cuanto tiempo durara esta calma

Y parece que con eso llamo al desastre por que de pronto se escucha el timbre de la puerta, yo abro los ojos y me quedo quieta. Quizás solamente son vendendores si nadie hace ruido tal vez.... Pero no es asi escucho el timbre nuevamente una vez y otra y una tercera, molesta me levanto y siento que Balthazar hace lo mismo, abro la puerta y de pronto siento que algo se abalanza sobre mi.

- Eli, ahhhh, Eli me alegro tanto de verte – dice una voz que identificó al instante.

- ¿Scarlet? – pregunto un poco confundida, pero no me deshago del abrazo - ¿Qué hacen aquí?

- Hola Eli – dice la chica frente a mi mientras se aleja lo suficiente para verla

Yo la miro aturdida, Scarlet es una chica de mi misma estatura delgada y con el cabello dorado rojizo que le llegaba hasta la cintura, ella estaba vestida con uniforme escolar de color vino, y grabado sobre el Jersey una cruz. 

La condena anticipada - Angeles de la muerte (CA libro 1) ¡¡TERMINADA!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora