Mientras nos vestimos

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Balthazar me mira desconcertado, y yo no aparto la mirada de ese hombre.

- ¿Desea que le traiga algo majestad? – a pesar de ser una pregunta su voz no suena amable. Al contrario, el tono de voz está lleno de resentimiento y molestia.

- ¿Dónde está mi abuela? - digo sin responder a su pregunta

- La señora Amelia está en una junta en estos momentos, así que su si majestad lo desea podemos traerle algo de comer

- No quiero nada 

Trato de levantarme de la cama pero pierdo el equilibrio rápidamente. Por suerte Balthazar esta a mi lado y me sostiene. A pesar de ser algo rápido no puedo evitar ver la cara de repulsión que muestra  el hombre frente a nosotros.

- Debería descansar su majestad – comenta con voz monótona

- Deja de llamarme así - miro al hombre - quiero saber dónde está mi abuela. Así que dímelo Alastor

- Regresara enseguida así que descanse un poco mas su..

- No digas esa palabra una vez mas. Si no te juro que... - trato de respirar, cierro los ojos y contengo el aire para después dejarlo salir lentamente - quiero un poco de espacio así que si nos permites

- Enseguida

Hace una reverencia antes de salir de la habitación seguido de la mucama. Trato de controlarme pero no puedo.

Odio este lugar, odio sus reglas y sobre todo odio a Alastor.

- ¿Su majestad? - pregunta de pronto Balthazar mirándome desconcertado - Ahora entiendo

- ¿Que cosa?

- Bueno cuando llegamos, estabas herida, y un grupo de viejos vinieron enseguida comenzaron a hacer hechizos y conjuros. Cuando vieron que no me separaba de ti, me pidieron que me fuera, pero tu abuela les explico todo y ellos accedieron a dejarme a tu lado. He recibido un trato nada cordial, pero la menos me dejaron aquí siempre y cuando respetara a su majestad y supiera de antemano que tenias un prometido que ante todo era el hechicero mas fuerte de este lugar

- ¿Eso dijeron? – cada vez que oigo otra cosa no puedo mas que sentir molestia

- Si - me mira un momento -  ¿estas bien?

- Si, estoy bien, pero ¿porque estamos aquí?

- Solo he escuchado algunas cosas. Al parecer, el ataque de hoy llevaba mucho tiempo siendo planeado. Tu escuela es campo santo, tiene una protección especial, solamente ciertos seres mágicos pueden acercarse a el, pero al parecer el que está planeando esto reclutó a Sihigamis, ellos pueden entrar a cualquier lugar. Tierra sagrada o maldita, no importa, y al parecer se infiltraron y comenzaron a romper los sellos. Cuando lo lograron pudieron localizarte, es por eso que sentías que alguien te vigilaba. Tenían planeado atraparte en el salón de clase pero por suerte no estabamos ahí, ese tipo es solamente uno de los desertores

- ¿Lo conoces? - preguntó mirándolo a los ojos - ¿lo conocías antes de hoy?

- No, si te soy sincero no hablo demasiado con otros Shinigamis, Julián es uno de los pocos con los que interactuo .Aunque créeme ningún Sihingami se ve como él. Debieron hacerle algo para que se viene a y trasmitiera esa aura,

- Lo sé

- ¿De verdad estas bien?

- si, al principio no podía moverme

La condena anticipada - Angeles de la muerte (CA libro 1) ¡¡TERMINADA!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora